Desde 1986, un año después que se aplicaron las denominadas medidas neoliberales, solo se congelaron los salarios durante los momentos de mayor conflictividad que vivió Bolivia, luego de la recuperación de la democracia en 1982, es decir entre 2003 y 2005, cuando se mantuvo en 440 bolivianos. Los otros 27 años los salarios registraron un incremento permanente, incluso hace 30 años, cuando el país salía de una hiperinflación sin precedentes, aunque en distintos niveles.
Con el último acuerdo que firmaron el presidente Evo Morales y la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB), que fue ratificada por un ampliado de trabajadores, el salario mínimo en Bolivia subirá a 2.000 bolivianos en 2017, que representa un poco más de 285 dólares, y será la primera vez que supere al que se paga en Perú, que alcanza a 255 dólares.
Se espera que este 1° de mayo, Día del Trabajador, se promulgue el respectivo Decreto que fije el incremento de 10.8 por ciento al mínimo nacional y 7 por ciento al haber básico, aunque será menor al que se aprobó en 2001, durante el Gobierno de Hugo Banzer, cuando alcanzó al 12,7 por ciento. En la actual gestión solo se observa que en cuatro oportunidades se aplicó un incremento salarial menor al de 2017; en 2007 fue de 5 por ciento, en 2008 subió a 10 por ciento, en 2010 cayó a 5 por ciento y en 2016 se aplicó un 9 por ciento de incremento al mínimo nacional.
Solo en 2012 el salario mínimo subió a su nivel más alto, cuando se aprobó 22,6 por ciento de incremento, en un momento en que los precios de las materias primas que exporta Bolivia, como el gas y los minerales, lograron sus registros máximos.
Ahora el panorama es incierto, debido a que el precio del barril de petróleo se mantuvo entre los 50 dólares, por lo que los principales críticos del nuevo incremento salarial fueron los empresarios privados, quienes advierten que se podría generar inestabilidad, “yo he sido muy responsable con los compañeros trabajadores, les dije: si en las pequeñas empresas hay desempleo o despido, ustedes también salven su responsabilidad, ya un poco conocemos este tema”, advirtió el presidente Evo Morales sobre el particular.
La Confederación de Empresarios Privados advierte de inestabilidad y de elevados costos que podrían, incluso, hacer que las pequeñas empresas se vuelvan informales. Asegura que es “insostenible para las medianas y pequeñas empresas que optan por la formalidad, a los rubros que están afectados por la desaceleración de la economía y a los emprendimientos privados en regiones de menor crecimiento, muchos de las cuales se ven obligadas a cerrar sus actividades o ingresar al ámbito de la informalidad”.
Foto: ABI
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