En la necrópolis subterránea o sitio funerario se detectaron cuatro tumbas colectivas, las dos primeras saqueadas y las dos últimas intactas que poseen un pozo de ingreso que dirige bajo tierra a dos cámaras, una principal y otra secundaria que pertenecería al periodo de los señoríos aymaras.
Los arqueólogos encontraron más de un centenar de fardos funerarios que contienen restos humanos envueltos en telas con cestas y sogas acompañados de artefactos consistentes en vasijas de cerámica, metal, líticos y madera.
“Es un hallazgo único y sin precedentes, se está trabajando junto al municipio de Viacha y la empresa minera para el plan de mitigación y, una de las primeras medidas que adoptará el Ministerio de Culturas y Turismo es que este sitio sea excluido del área de concesión minera en resguardo y protección de este patrimonio arqueológico”, informó Alanoca.
El descubrimiento se realizó en la zonas de Mazo Cruz y Chacoma, Municipio de Viacha, del departamento de La Paz, como resultado de una actividad de explotación minera a cargo de la empresa ESMICAL S.A. (Especialistas en Minerales Calizos Sociedad Anónima).
Hace un poco más de tres meses la Unidad de Arqueología y Museos del Ministerio de Culturas y Turismo (MCyT) emitió una autorización al arqueólogo Wanderson Esquerdo para desarrollar un trabajo de intervención en Viacha, puesto que en este lugar se había detectado previamente restos arqueológicos. Como resultado de las excavaciones, se encontró la necrópolis.
De acuerdo a la información proporcionada por la empresa arqueológica Scientía CC., autorizada para la excavación, los trabajos ya culminaron y está en la etapa de informes de análisis.
“Tenemos que cerciorarnos de que todo esté completo, que todo esté en su lugar y de ahí elaborar los planes de mitigación, en el sentido de conservación, para ver qué pasa con estos fardos funerarios. Nos preocupa mucho como MCyT las condiciones de conservación de este hallazgo; hay muchas dificultades para la conservación, va a ser costosa. Y de acuerdo a ley y normativa boliviana de protección del patrimonio también tienen que entrar acá los municipios y la empresa con los planes de mitigación de este hallazgo”, señaló, José Luis Paz, Jefe de la Unidad de Arqueología y Museos del MCyT.
Se cree que los fardos funerarios pertenecen a la época post Tiwanaku, aparentemente al período de los señoríos aymaras, aproximadamente el año 1100 d.c. A juzgar por la cantidad equilibrada entre hombres y mujeres y la cantidad de niños entre los fardos, se podría pensar que la población pudiera haber sido diezmada a causa de alguna epidemia, más que un enfrentamiento bélico.
En los fardos funerarios se han identificado bacterias musgos, líquenes, hongos, huevos de insectos los cuales necesitan un sistema complejo para la conservación, entre cámaras refrigerantes, infraestructuras y profesionales expertos en el tema.
El equipo de arqueólogos que trabajó en la excavación estuvo conformado por Wanderson Esquerdo, Jedu Sagárnaga y Vir Patzi. Esquerdo dirigió las labores en campo y fue el Responsable del Proyecto. Sagárnaga, gerente de SCIENTIA CC., coordinó las labores.
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