El seguimiento informativo se publicará en la página web de la institución y usa la metodología del Monitor Civicus – Alianza Global, una herramienta que analiza el grado en que los derechos de la sociedad civil están siendo respetados y fomentados, y el grado en que el Estados garantizan los mismos.
La Paz, 13 de marzo.- ¿Cómo estamos en Bolivia en cuanto vulneración de libertades fundamentales?, ¿Las autoridades son tolerantes a la crítica de grupos de la sociedad civil?, ¿existen espacios y plataformas para abrir el diálogo político plural?, ¿Los ciudadanos son libres de recibir y difundir información sin restricciones en la ley o en la práctica?, ¿Cómo reflejan los medios de comunicación las demandas de la sociedad civil?, estas son algunas de las múltiples interrogantes que abren el debate sobre la situación de la sociedad civil y las organizaciones defensoras de derechos humanos en cuanto al ambiente favorable de funcionamiento en Bolivia.
La Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo Social (UNITAS) pondrá al servicio del público general una publicación semanal con un detallado monitoreo parte del Observatorio de Defensores de Derechos, el cual es el resultado de una colaboración de investigación sobre el espacio de la sociedad civil y la situación de defensores de derechos en Bolivia que es comparable a escala global.
“Es una herramienta de la sociedad civil para la sociedad civil, que busca proporcionar de manera actualizada la información y el análisis de la situación de las y los defensores de Derechos en el país y el entorno de la sociedad civil en general, con el fin de seguir su evolución. De alguna manera se convierte en coadyuvante al cumplimiento del fin social de las instituciones, organizaciones y militantes”, explica la bogada, Coordinadora del Programa Organizaciones Defensoras de Derechos de UNITAS, Verónica Salinas.
Salinas recalca que la piedra angular de la metodología que emplea el Observatorio, es la combinación de datos provistos por fuentes variadas e independientes, que categoriza los datos a través del monitoreo del Entorno y el Espacio Cívico, por medio de la recopilación de información, el diagnóstico de la situación, la previsión evolución y la producción de informes que sirvan para fundamentar la toma de decisiones ante las demandas de ese sector social.
Los Derechos Humanos que se monitorean tienen que ver con niveles de sostenibilidad política, legal y de financiamiento, la disponibilidad y la calidad de los canales para el diálogo con los gobiernos, y la fuerza de la confianza pública en las organizaciones de la sociedad civil.
Al ofrecer información verificada, el Observatorio prestará un servicio fiable para que la sociedad civil logre comunicar, entender y acompañar los problemas del entorno para establecer un diálogo con el sector público y otros actores clave, promoviendo la protección y el ejercicio de libertades fundamentales.
El monitoreo que realizará semanalmente UNITAS se publicará en la sección del Observatorio de Defensores de Derechos de su sitio web en formato PDF en la dirección —> https://goo.gl/hvNXpj
La valoración que se usa sobre el Espacio Cívico, entendiéndose como la base de cualquier sociedad abierta y democrática, tiene una escala de cinco etapas que son: abierto, estrecho, obstruido, restringido y cerrado. Según el último informe del Monitor Civicus Bolivia se encontraría con un espacio cívico obstruido argumentando que:
“Recientemente, Bolivia eliminó los límites de mandato, abriendo las puertas para que el actual presidente Evo Morales se postule para un cuarto mandato en 2019; decisión que provocó algunas protestas que fueron reprimidas por los oficiales de seguridad. Los defensores de los derechos humanos y las comunidades indígenas están sujetos a hostigamiento e intimidación. Las acciones legales, el acoso administrativo y el castigo económico de los medios de comunicación críticos son factores adicionales que obstaculizan las condiciones para la libre expresión en Bolivia en la actualidad”, señala la página del Monitor Civicus.
En el informe se lee que son tres mil millones de personas viven en países en los que los derechos a protestar, a organizarse y a expresarse son actualmente violados, de los 104 países que han sido clasificados hasta ahora, se ha encontrado que el espacio cívico en 16 países está cerrado, en 32 países está represivo, en 21 se encuentra obstruido, en 26 es estrecho y en 9 países está abierto.
Se entiende como defensores de los derechos humanos a las personas que actúan en favor de un derecho humano -o varios derechos de un individuo o un grupo- y pueden trabajar individual o colectivamente, de manera remunerada o voluntaria, pero de forma pacífica.
Existen muchas formas de designar a defensores de derechos, como activistas y militantes que luchan activamente, organizaciones sociales, o individuos que trabajan en sus comunidades locales.
Por ello, según destaca el documento, “es importante observar en particular, que los defensores de los derechos humanos no sólo desarrollan su actividad en Organizaciones No Gubernamentales y organizaciones intergubernamentales, sino también, en algunos casos, pueden ser funcionarios públicos, policías, abogados, magistrados, jueces, o miembros del sector privado y periodistas.
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