La autoridad edil explicó que hace dos semanas dos guardias municipales cumplían sus funciones en la calle Almirante Grau, cuando vieron al menor vendiendo tunas, y le pidieron como ocurría días previos que se reubique en un lugar menos transitable para no perjudicar a los transeúntes y vehículos. En ese momento, una mujer se presentó y se opuso a que el menor fuera reubicado.
Ramallo comentó que, según el reporte de los funcionarios, “la señora empezó a decir que no somos dueños de las calles e hizo que la gente se aglomerara en el sector, no dejó avanzar al niño y eso hizo pensar a la gente que nosotros lo estábamos reteniendo; además, elevando la voz le dijo al niño tu no te tienes que mover de aquí”.
Fue esta situación tensa que hizo que el menor se asustara y “lagrimeara”.
Ramallo explicó que, según el reporte de los funcionarios, a la señora se la explicó, pero sin éxito, que dicho lugar es muy transitable, por lo que ameritaba que el vendedor se reubique.
Cuando se explicó estos mismos motivos a la gente que se aglomeró, los transeúntes se retiraron. Las propias gremialistas del lugar le explicaron a la señora sobre el tipo de trabajo que realizan los funcionarios ediles, sin embargo, ella se reusó a oírlas.
Al final, el niño como los anteriores días se reubicó en otro lugar, ya que estuvo vendiendo desde la primera semana de enero en ese sector.
Vea algunas publicaciones que se realizaron en las redes sociales.
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