La obra «Caspa de ángel, antología de cuentos, crónicas y testimonios del narcotráfico», compilada por Márcia Batista-Ramos y Homero Carvalho Oliva, se presentará, de forma virtual, el miércoles 7 de octubre, a las 19:30, a través de la página de Facebook de Grupo Editorial Kipus.
La literatura siempre ha puesto su mirada en los grandes temas universales y nacionales y el narcotráfico es de esos temas que los escritores no pueden eludir. Si bien en Bolivia aún no se ha tenido un Boom extraordinario tanto en lo cultural como en lo comercial de lo que en México y Colombia denominan la narcocultura, con profusión de novelas, ensayos, telenovelas, películas, artes plásticas y otras manifestaciones artísticas, tanto que incluso se advierte que el supuesto género ya se está agotando, en nuestro país parece no haber empezado aún, tal vez porque, a veces, llegamos tarde a algunas manifestaciones culturales. Por eso, explica Carvalho, se vio necesario hacer un inventario de historias del narcotráfico, es decir una antología de cuentos, crónicas y testimonios para confrontar la ficción con la realidad.
«La narrativa nos da la oportunidad de retratar a la sociedad. El cuento siempre fue la manifestación literaria por antonomasia. Por eso decidí, hacer una selección de cuentos de algunos los mejores escritores de Bolivia; este libro es una muestra de lo que estamos escribiendo sobre este tema, desde diversos registros; desde el tráfico mismo y sus protagonistas, las adicciones, la educación, la globalización del crimen y muchas otras miradas», agregó el compilador.
Así, se eligió desde narradores consagrados hasta jóvenes que están empezando a transitar el camino de las letras: algunos de ellos con un toque de ironía, otros de humor negro, otros exorcizando sus demonios o convocando a la crueldad. «Estoy seguro que los lectores se identificarán con más de alguno de sus personajes y reconocerán a varios personajes, porque en nuestro país el narcotráfico es un secreto a voces en una realidad que es necesario nombrarla», adelantó Carvalho.
Acerca de la narcoliteratura, el investigador Santiago Suárez afirma: “La nomenclatura narcoliteratura, o literatura sobre el narcotráfico o del narcotráfico, es empleada para referirse a un tipo de narrativa que reflexiona sobre el complejo fenómeno social, político, económico y cultural del narcotráfico en distintas partes de América Latina y Estados Unidos”.
La crónica es una narración periodística de no ficción, basada en hechos reales que sucedieron en un tiempo y un espacio determinado. En la crónica, como en el cuento, cada autor posee su propio estilo literario y en nuestros existen grandes y reconocidos cronistas. El testimonio, como sabemos, se basa en la experiencia personal del autor, de ahí que quien la escriba debe ser protagonista de lo que se cuenta.
Por estas razones es que en esta antología se decidió, con Márcia Batista Ramos, a quien Carvalho invitó a sumarse al proyecto para que lo enriquezca con sus consejos y escriba una nota introductoria, incluir cuatro crónicas y un testimonio, así el lector podrá comparar y confrontar la ficción con la realidad. La literatura permite percibir que aquellos, los narcos o drogadictos, no son tan lejanos, que los otros, los que somos nosotros mismos también podemos ser aquellos, sencillamente porque, en este capitalismo salvaje que vivimos, hay muchas cosas que en nuestro país están atravesadas por la presencia o ausencia de lo narco.
«Cuando invitamos a escritores a participar de esta antología recibimos respuestas positivas de la mayoría de ellos, algunos ya tenían cuentos listos, otros nos pidieron tiempo para terminarlos; así como también algunos nos hicieron saber que no tenían nada escrito, pero que el tema les interesaba y que querían escribir un cuento. Cada uno de los narradores es dueño tanto de sus demonios como de sus santos; así como de los dramas, los amores, las tragedias y las aventuras que nos cuentan», comentó el compilador.
El orden de presentación de los textos es por género y los autores por orden alfabético, así en cuento tenemos a Sisinia Anze, Jorge Barriga, Márcia Batista-Ramos, Magela Baudoin, Carla Maria Berdegué, Adolfo Cáceres Romero, Fabricio Callapa-Ramírez, Iván Jesús Castro Aruzamen, Amalia Decker, Claudio Ferrufino-Coqueugniot, Rosalba Guzmán Soriano, Ramiro Jordán, Juan Claudio Lechín, Fernando Ortiz Rodríguez, Roger Otero, Pilar Pedraza, Teresa Constanza Rodríguez Roca, Silvia Rózsa Flores, Juan Carlos Salazar del Barrio, Eliana Soza, Gigia Talarico, Rodrigo Urquiola Flores, Gaby Vallejo Canedo, Manuel Vargas Severiche, Sandra Concepción Velasco, Sandro Daniel Velarde Vargas.
En crónica a: Nelfi Fernández, Edson Hurtado, Nathalie Iriarte, Cecilia Lanza Lob, Roberto Navia Gabriel, Ramón Rocha Monroy.
Y el testimonio de: Mauricio Reyes.
En Bolivia, desde hace décadas, se han venido publicando algunos libros sobre el tema del narcotráfico desde el ensayo académico, científico, psicológico y policial. El libro La veta blanca (1982), de René Bascopé Aspiazu, fue un éxito el año de su aparición; luego apareció Narcotráfico y política (1982) de varios autores cuyo título es muy explícito y así sucesivamente hasta el día de hoy. Artículos, reportajes y ensayos periodísticos se han publicado en todos los medios de comunicación escrito y ahora, también, digitales; las crónicas ocupan un destacado lugar en este tema desde la precursora Noticias de un secuestro del Premio Nobel de literatura 1982 Gabriel García Márquez, por esta razón se incluyeron en esta antología crónicas de periodistas bolivianos que reflejan diversos puntos de vista de la realidad del narcotráfico en nuestro país.
En la década de los noventa, inolvidable fue la serie documental televisiva Coca, dirigida por el escritor y periodista Jorge Suárez. En literatura en cambio no hubo mucha producción al respecto; en novela se confunde a Jonás y la ballena rosada, de Wolfango Montes, como una obra sobre el narcotráfico cuando es una historia de infidelidades entre un profesor y su cuñada, que tiene por telón de fondo un suegro narco. Tito Gutiérrez escribió una narco novela titulada Magdalena en el paraíso, con la que ganó el Premio Nacional de Novela, el año 2000 y algunas otras novelas que no alcanzaron el éxito de novelas publicadas en Colombia o México, como La Virgen de los Sicarios, de Fernando Vallejo; Rosario Tijeras, de Jorge Franco, Delirio, de Laura Restrepo, por mencionar algunas de escritores colombianos o Los trabajos del reino, de Yuri Herrera; El amante de Janis Joplin, de Elmer Mendoza. En Europa y Estados Unidos el tema ha tenido y tiene muchos escritores como el español Arturo Pérez Reverte, La reina del sur o el norteamericano Don Wislow con El poder del perro.
«Ya era hora que, en Bolivia, nos miremos al espejo y veamos el reflejo tanto de nuestras narices como de nuestros ojos, allá adentro en el fondo de nuestras pupilas está la verdad de las escamas del pez, la caspa de ángel, volando en las alas de la mosca; con este libro abrimos el diálogo para contar un fenómeno que es social, político, económico, cultural y lingüístico y lo hacemos desde tres puntos de vista: la ficción, la crónica periodística y el testimonio de un drogadicto en rehabilitación», concluye el escritor.
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