La cremación de cadáveres con COVID-19 es la primera opción para la disposición final de cuerpos, según una guía de procedimientos que elaboró el Gobierno. En lugares donde no haya el servicio se permite la inhumación en nicho o entierro, señala el documento.
El manual de procedimiento define las acciones en cuanto a decesos intra y extra hospitalarios; también en casos de investigación forense en los que no se recomienda hacer una autopsia a cadáveres confirmados con el virus.
Ante las recientes 10 muertes en el país por COVID-19, sólo en Santa Cruz se estableció un protocolo para cadáveres que sugería la cremación. En el caso de La Paz existía un vacío legal, pues balgunas funerarias desconocían el proceso de entierro, según reporte de Página Siete.
Los cuerpos que no fueran reclamados por algún familiar en 24 horas deberán ser enterrados en una fosa común, mientras que la comuna se encargará de garantizar el espacio, indica la guía.
Si bien la cremación es lo más recomendable, no todos los municipios cuentan con el servicio. Por ejemplo, la Alcaldía de El Alto informó ayer que dos de los fallecidos con el virus fueron incinerados con el servicio del municipio paceño.
Para los municipios sin crematorios se autoriza la inhumación o entierro en nicho, bajo medidas de bioseguridad que deberán asumir las alcaldías, con resguardo de la Policía en el traslado de féretros.
El velatorio está autorizado luego de la cremación, en un ambiente amplio y ventilado, con distancia de 1,5 metros entre cada asistente.
Para decesos intrahospitalarios se recomienda no embalsamar el cadáver ni limpiarlo. Se debe cubrir con una sábana y con la obstrucción de orificios corporales el cuerpo será depositado en una bolsa sanitaria mortuoria.
Los casos de muerte fuera del hospital, cuando la víctima era sospechosa o con COVID-19 confirmado, actúa el Instituto de Investigaciones Forenses. Si fuera en un domicilio, se haría una entrevista a la familia para determinar si viajó recientemente y si tuvo contacto con otros sospechosos.
Si la muerte de la persona de quien se sospeche o confirme que porta el virus fue violenta, por suicidio, homicidio o accidental, la Policía o investigadores no realizarán la colecta de pruebas biológicas, sino que deberán usar todos los equipos de bioseguridad y evitar el acercamiento de familiares.
Para las muertes extrahospitalarias por coronavirus, que no fueron violentas, la Policía entregará una bolsa al servicio funerario para depositar el cuerpo, que luego deberá llevar al cementerio.
El manual sugiere documentar el momento de la defunción, si fue extrahospitalario se deberá hacer seguimiento a la familia para activar un posible aislamiento.
Se sugiere utilizar en los casos de desinfeccion hipoclorito de sodio. Los equipos de protección personal para el manejo de fallecidos, también están definidos en esta guía.
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