Los proyectos hidroeléctricos conocidos como El Bala-Chepete, que afectarán a comunidades indígenas de La Paz y Beni, volvieron a enfrentar a las autoridades de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) con el ministro de Energías Rafael Alarcón, quien acusó a los docentes del Laboratorio de Hidráulica de oponerse al proyecto por tener negocios con los fabricantes de microturbinas, a lo que los aludidos respondieron que desconocen cómo se desarrollan los planes de energía nacionales en una carta que fue enviada este viernes.
El impasse surgió después que la UMSA suscribiera un acuerdo con la Mancomunidad de Comunidades de los Ríos Beni y Quiquibey para apoyar el análisis del proyecto hidroeléctrico, que ya motivó a que los indígenas de La Paz expresaran su rechazo.
“El Laboratorio de Hidráulica de la UMSA siempre ha tomado una posición contraria a los proyectos hidroeléctricos de Bolivia porque tiene intereses específicos en el desarrollo de microcentrales, que se contraponen a los proyectos hidroeléctricos. Es una historia de muchos años, tienen intereses personales, trabajan con fabricantes de microturbinas hidroeléctricas, ese es el historial del Laboratorio de la UMSA”, dijo el Ministro de Energía según informa la agencia ANF.
“En la susodicha declaración usted contrapone las microcentrales hidroeléctricas con las megacentrales como el proyecto Chepete-Bala, lo cual resulta sencillamente absurdo. Las microcentrales se construyen para comunidades aisladas y no son ni remotamente comparables en tamaño e impactos con las megacentrales. Se requerirían más de 100.000 (cien mil) microcentrales para generar la energía que generaría Chepete-Bala. No hay competencia ni comparación entre ambos tipos de proyectos de energía”, respondió el rector de la superior casa de estudios, Waldo Albarracín.
Recuerdan que el Programa de Pequeñas Centrales Hidroeléctricas del Instituto de Hidráulica e Hidrología (IHH) diseñó decenas de proyectos hidroeléctricos en todo el país, para responder a las necesidades de energía de poblaciones rurales y que, además, recibió reconocimiento nacional e internacional, incluyendo varios premios de investigación.
“La contraposición que hace el Ministro entre microcentrales y el resto de proyectos hidroeléctricos (medianos y grandes) muestra desconocimiento de parte suya de cómo se desarrollan los Planes de Energía nacionales, incluyendo el de Bolivia, donde se integran todos esos tipos y tamaños de proyectos energéticos”, señala a tiempo de recordar que se realizaron varios eventos a los cuales no asistió el Ministerio de Energías.
Algo más, el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo recuerda que Rafael Alarcón fue viceministro de Energía cuando se firmó el contrato ENDE Tecsult (2009) para los estudios de impacto ambiental de las represas brasileñas del Madera en Bolivia, aprovechamiento hidroeléctrico de la cuenca del Madera y diseño final de la represa de Cachuela Esperanza.
Informan que las empresas no cuentan con registro de identificación tributaria, licencias, ni renovaron su matrícula después de 2009, por tanto, cuando se firmó el contrato, el 27 de agosto de 2008, la empresa no estaba registrada en Bolivia, “por esta y otras irregularidades, el contrato ENDE-Tecsult Limité, fue denunciado a contraloría el 8 de abril del 2009. El documento ‘Auditoria Especial al proceso de contratación directa estratégica de la Empresa Tecsult Limitée, realizado en la Empresa Nacional de Electricidad ENDE) durante la gestión 2008’, corrobora las denuncias efectuadas en relación al proceso por Fobomade. Entre las observaciones efectuadas en la denuncia a Contraloría, se destaca el incumplimiento a las normas de la Ley SAFCO y sus reglamentos, dado que se invita a una empresa sin evaluar siquiera otras posibilidades, sin procedimientos de calificación y criterios de evaluación, sin un plan de trabajo y referencias del personal propuesto, etc. que garanticen el cumplimiento de objetivos, tampoco se justifica técnicamente el presupuesto”.
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