Juan Carlos R, interno de la cárcel San Miguel de Uncía del departamento de Potosí, manifestó que en ese centro penitenciario, no tienen acceso al agua, hacen sus necesidades en pozos sépticos y deben aportar de su bolsillo para algunos arreglos de energía eléctrica.
“No nos matan, pero tampoco nos dejan vivir. Pregunten a Juan Carlos Azurduy (autoridad penitenciaria) por qué este centro no funciona como un lugar de rehabilitación” dijo el reo, durante la visita que realizaron autoridades de Uncía y Llallagua para entregar ropa, dinero y alimentos reunidos en una campaña de solidaridad en ambos municipios por el Día del Reo en Bolivia que se realiza cada 24 de septiembre.
“No queremos limosnas, disculpen ustedes, muchas gracias por esta solidaridad, pero queremos vivir dignamente y trabajando” dijo Juan Carlos. Sus compañeros agradecieron la solidaridad de la población e indicaron que también les ayuden con la terapia ocupacional.
Las autoridades municipales de Llallagua, Juana Rodríguez y de Uncía el concejal, Mario Choque, indicaron que están predispuestos a continuar ayudar con servicios básicos y en la solución de otros problemas. «Pidan y nosotros gestionaremos» señalaron los presentes.
En dicha centro penitenciario, existen más de 80 internos, 4 mujeres, 1 bebé recién nacida. Según reportes del año 2014, en el país se contaban con más de 14 mil reos, cuando la infraestructura tenía capacidad únicamente para 6 mil; 80% de ellos con detención preventiva y apenas 20 con sentencia ejecutoriada.
//Radio Pio XII// Radio Compañera//
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