La ciudad de La Paz dio la bienvenida a los pilotos del Rally Dakar con un mar de personas que se apostó a la ruta para ver a cada uno de los participantes. La lluvia no fue un óbice para que se viva una fiesta con banderas bolivianas.
Desde tempranas horas de este jueves, las personas se acomodaron en los sectores donde los pilotos dieron su desfile. El estadio Hernando Siles fue el epicentro de la fiesta con una rampa que representó la meta de la primera parte del Rally.
Cerca a las 15.00, la primera motocicleta arribó al reducto de miraflores. Fue el español Joan Barreda, quien pisó la rampa de manera sorpresiva, ya que nadie alertó su llegada a la rampa.
Con guirnaldas hechas de coca y un collar de ‘dinero de Alasitas’, uno a uno fueron premiados por las modelos vestidas con trajes con un motivo representativo de Bolivia.
La banda Poopó de Oruro fue la encargada de amenizar con su música. Vestidos de rojo, amarillo y verde, los músicos tocaron ritmos de las danzas más conocidas del país.
La danza tuvo su lugar. El paso de los ‘Macheteros’, cuadros orientales, Diablada, Tinku, Morenada, se hicieron sentir en su paso.
Si la fiesta principal se dio en el palco principal con la presencia del Presidente Evo Morales, el sector posterior se destacó con su propia características, pese a que los pilotos no pasaron por ahí, los camiones de asistencia dieron su show con su paso detriunfo.
La caravana continuó hacia el bivac en Irpavi, en todo el camino la gente dio su cita para saludar a los competidores. Inclusive, algunos pilotos no dudaron en bajarse de su vehículo y sacarse una foto.
«Es una experiencia inigualable», dijo uno de los pilotos en su paso por la rampa. Muchos de ellos se directamente a saludar al Presidente, uno de ellos fue Nasser Al-Attiyah, el más aplaudido por todos los asistentes.
La lluvia continuó, pero ello no hizo cesar el aliento de los bolivianos hasta horas de la noche.
Foto: Erwin Quispe Perca
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