“El restablecimiento de relaciones diplomáticas solo se podrá dar en el marco de la solución al tema marítimo pendiente (…). El derecho al mar de Bolivia es un derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al Océano Pacífico y su espacio marítimo, así lo establece el artículo 267 de nuestra Constitución Política del Estado”, indicó el Primer Mandatario.
Este miércoles 23 de marzo, Bolivia recordó los 143 años de la guerra del Pacífico. El acto central por el Día del Mar se realizó en la plaza Abaroa de la ciudad de La Paz, con la participación de los primeros mandatarios del país, además de autoridades nacionales, departamentales y locales.
En la oportunidad, durante su discurso que duró 15 minutos, Arce Catacora afirmó que Bolivia y Chile tienen mayores oportunidades si encaminan un trabajo conjunto, “superando el discurso de siglos pasados y avanzando en la diplomacia de los pueblos, generando diálogos de buena fe”.
Asimismo, manifestó su esperanza de que la reciente asunción a la presidencia de Chile de un gobierno progresista ponga fin al enclaustramiento boliviano a partir de un “diálogo sincero” que permita “superar lo que nos separa y priorizar lo que nos une”.
“Hacemos votos para que bajo el liderazgo del hermano presidente Gabriel Boric, se ponga fin al enclaustramiento del pueblo boliviano, una herida abierta en nuestra Patria Grande desde hace 143 años”, afirmó.
Pidió avanzar en esa dirección, superando las barreras y marcos de relacionamiento tradicionales entre estados, que se han traducido en restricción de derechos para los pueblos, y que han llevado a rupturas de lazos de hermandad que nos unían incluso antes de la colonización y de la constitución de Estados nacionales.
Recordó que la Corte Internacional de Justicia, en su sentencia de 1 de octubre de 2018, dejó claro que existe una larga historia de diálogos, intercambios y negociaciones orientadas a identificar una solución apropiada a la situación de mediterraneidad de Bolivia posterior a la Guerra del Pacífico y al Tratado de 1904, sin que hasta la fecha se haya logrado resultados concretos.
“Conforme a la conclusión de la Corte, Bolivia y Chile pueden continuar su diálogo e intercambios, en un espíritu de buena vecindad para abordar los asuntos relativos a la situación del enclaustramiento de Bolivia, solución que ambos han reconocido es una materia de interés mutuo”, indicó.
Según Arce, las consecuencias del enclaustramiento no solo son económicas, sino también políticas, sociales y culturales.
“Sufrimos las consecuencias de la conflictividad social que se genera en otros países al ver interrumpido nuestro tránsito por paros y huelgas en territorio extranjero; pagamos costos de manejo de carga y de operadores portuarios que aprovechan concesiones para imponer tarifas”.
En su alocución, el Primer Mandatario no hizo referencia al juicio internacional en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, cuya fase de alegatos orales empieza el 1 de abril de este año.
La guerra del Pacífico cercenó más de 120 mil kilómetros cuadrados de territorio, con abundantes recursos naturales, además de 400 kilómetros de costa en el océano Pacífico, privando a Bolivia de su acceso al mar, y privando a pueblos de su relación ancestral con los mares.
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