Bolivia, octubre de 2025.- Cada 10 de octubre, el mundo conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que recuerda la importancia de cuidar el bienestar emocional y de promover hábitos saludables en la vida diaria. En ese contexto, los datos del servicio de delivery de comida de Yango muestran cómo, en los pequeños gestos cotidianos, como compartir una comida o darse un gusto, también puede haber espacio para reconectarse y encontrar calma.
El poder del sabor familiar
De acuerdo con un análisis interno del servicio de delivery de comida de Yango, los platos con más pedidos durante las noches de semana muestran una tendencia clara: cuando las personas buscan una pausa en su rutina, suelen elegir sabores familiares.
Los bolivianos tienden a optar por preparaciones tradicionales y cálidas, encabezadas por el cuarto de pollo a la brasa, las promociones de pollo para compartir y las empanadas de queso o jamón. Estos alimentos destacan no solo por su sabor, sino también por su carga simbólica: representan hogar, rutina y comunidad.
La American Psychological Association (APA) ha señalado en informes recientes que algunos alimentos asociados con recuerdos positivos pueden activar zonas del cerebro vinculadas con la memoria emocional. No se trata de un efecto médico, sino emocional: “los alimentos que nos resultan familiares tienden a disminuir los niveles de estrés y ansiedad al evocar recuerdos positivos”, explica la APA en su informe sobre Food and Mood (2022).
Lo emocional detrás del pedido
El análisis de Yango muestra que las empanadas de queso y los combos o promociones de pollo a la brasa figuran entre los pedidos más frecuentes para disfrutar en casa o compartir. Más allá de la conveniencia o el precio, los datos reflejan que las elecciones gastronómicas también pueden tener un componente emocional, relacionado con el disfrute o el deseo de una pausa.
Además, la salteña de pollo aparece entre los platos con mayor índice de repetición de pedidos por usuario en el último mes, lo que sugiere una preferencia constante por este clásico de la gastronomía local.
Los registros también muestran la permanencia de platos típicos como la sopa de maní, el majao o el picante de pollo, que mantienen una base constante de pedidos. Estos alimentos, profundamente enraizados en la cultura boliviana, no solo alimentan: también evocan recuerdos y tradiciones compartidas.
La elección de este tipo de comida no solo responde al gusto, sino también al deseo de pausa o conexión con lo familiar. Tal como señala la American Psychological Association (APA), los hábitos alimentarios que evocan bienestar emocional pueden actuar como una forma de reconfortarse frente al estrés cotidiano, especialmente cuando se asocian a experiencias positivas o significativas.
Pequeños placeres, grandes efectos
En un contexto donde el autocuidado se valora cada vez más como parte del bienestar, los datos del servicio de delivery de comida de Yango muestran que los pequeños gestos también importan.
Un pedido de empanadas, una sopa caliente o un cuarto de pollo pueden convertirse en una pausa significativa: un momento sencillo que reconecta con lo familiar, invita a compartir y recuerda que, a veces, el equilibrio también se encuentra en lo cotidiano.
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