Por Noemí Gonzales C.
RC Noticias de Bolivia, 23 de noviembre de 2021. Congresistas, ministros e incluso presidentes han protagonizado escándalos por realizar fraude académico en todo el mundo. El plagio hecho por políticos es más frecuente de lo que se cree, aunque, en la mayoría de los casos, una vez pasada la tormenta mediática no hay consecuencias para sus actos.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos
Maureen Dowd, un periodista de The New York Times, expuso las similitudes entre un discurso y otro. Luego, surgieron más acusaciones sobre Biden que apuntaban a que, cuando era candidato, había tomado apartados de discursos de los demócratas John F. Kennedy, Robert Kennedy y Hubert Humphrey, por lo que tuvo que retirarse de una anterior campaña presidencial.
El actual mandatario estadounidense era considerado como uno de los candidatos con más posibilidades de triunfar en las elecciones presidenciales de 1988. Sin embargo, en junio de 1987, cuando el Partido Demócrata aún no había realizado sus primarias internas, Biden fue acusado de plagiar un discurso de Neil Kinnock, líder del Partido Laborista Británico:
El discurso de Kinnock pronunciado en mayo: “¿Por qué soy el primer Kinnock en mil generaciones en poder ir a la universidad? ¿Por qué Glenys (la esposa de Kinnock) es la primera mujer de su familia en mil generaciones en poder ir a la universidad? ¿Fue porque todos nuestros predecesores eran gordos?”.
El discurso de Biden pronunciado en junio: “Comencé a pensar mientras venía aquí, ¿por qué Joe Biden es el primero en su familia en ir a una universidad? ¿Por qué mi esposa, que está sentada entre la audiencia, es la primera en su familia en ir a la universidad? ¿Es porque nuestros padres y nuestras madres no eran brillantes? ¿Es porque soy el primer Biden en mil generaciones en obtener una universidad y un título de posgrado que fui más inteligente que el resto?”.
Vladimir Putin, presidente de Rusia
En 2006, investigadores del Instituto Brookings, un centro de pensamiento, acusaron al presidente ruso de robar 16 de las 20 páginas de un artículo publicado por la Universidad de Pittsburgh para defender su disertación en Economía en 1997 titulada “Recursos minerales y de materias primas y la estrategia de desarrollo para la economía rusa”.
Sin embargo, no fue la única acusación grave que sufrió Putin. La exparlamentaria rusa Olga Litvinenko denunció que la tesis de Putin fue escrita en realidad por Vladimir Litvinenko, padre de la política, rector de la Universidad de San Petersburgo y entonces asesor académico del ahora mandatario ruso. Putin nunca respondió a las acusaciones
Victor Yanukovych y Arseniy Yatsenyuk, expresidente y primer ministro de Ucrania respectivamente
Al igual que otros políticos, el expresidente ucraniano Victor Yanukovych también habría tomado grandes apartados de otros textos para su libro “Ucrania, una oportunidad”. Según explicó, las notas a pie de página se eliminaron para “facilitar la lectura”. No es la única vez que fue acusado de plagio. En 2004, cuando intentó llegar a la presidencia por primera vez, Yanukovich tuvo un escándalo respecto a la presentación de su campaña, pues cometió por lo menos una docena de errores ortográficos que sembraron las dudas sobre un posible plagio en el documento. Años después, en 2017, Arseniy Yatsenyuk, exprimer ministro ucraniano, revivió el debate sobre el fraude académico al recibir acusaciones de plagiar su disertación. Los dos casos quedaron en el olvido.
Enrique Peña Nieto, expresidente mexicano
El caso de Peña Nieto es muy recordado en México. Una investigación concluyó que el exmandatario había plagiado 197 de los 682 párrafos de su tesis para graduarse de Derecho en la Universidad Panamericana en 1991. Es decir, el 28,88% del documento fue una copia. Cuando el escándalo salió a la luz, en 2016, Eduardo Sánchez, vocero de Peña Nieto, dijo que todo era producto de “errores de estilo” a la hora de entrecomillar las citas.
Hungría, un caso con consecuencias
Si bien en la mitad de los casos recopilados hemos visto una falta inmensa de justicia, el caso húngaro nos recuerda que la rendición de cuentas puede llegar tarde o temprano. La Universidad de Medicina Semmelweis de Budapest encontró que la tesis doctoral de Pál Schmitt, presidente de Hungría, fue copiada de otro documento. Schmitt se vio en la obligación de renunciar a su cargo en 2012 y su título de doctor fue anulado.
Fuente: MUNDO
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