La tragedia sacudió a la población de Huanuni esta semana: los cuerpos sin vida de Luis y José, dos hermanitos de 3 y 4 años que estaban desaparecidos desde el lunes 28 de abril, fueron encontrados el jueves 1 de mayo en el sector del Ayllu Bombo, en el cerro Pukapiarani, comunidad de Mollepunku, municipio de Poopó.
Según el Ministerio Público y la Policía Departamental de Oruro, los menores fallecieron por hipotermia, luego de extraviarse en una zona despoblada y de difícil acceso mientras intentaban llegar, junto a su hermana mayor de 19 años, a la casa de su abuela.
Un recorrido que terminó en tragedia
Los niños quedaron bajo el cuidado de su hermana, ya que sus padres se encontraban realizando labores agrícolas en otra comunidad. Según el testimonio de la joven, los tres hermanos salieron a pastorear llamas y se dirigían a visitar a su abuela. En el camino, los pequeños se adelantaron y ella los perdió de vista. Al llegar a la vivienda de la abuela y comprobar que no estaban allí, comenzó a buscarlos por su cuenta, sin poder comunicarse con sus padres debido a la falta de señal y electricidad.
Recién el martes por la tarde los padres fueron informados de la desaparición, y el miércoles 30 de abril un comunario formalizó la denuncia, lo que permitió activar un operativo de búsqueda con participación de la Policía, la Defensoría de la Niñez y vecinos de la zona.
Durante el rastrillaje, se hallaron pertenencias de los niños, como una mochila roja y un sombrero, lo que permitió delimitar el área de búsqueda. El jueves, cerca de las 13:40, se encontró el cuerpo de José, de 3 años; minutos más tarde, a las 14:30, fue hallado Luis, de 4 años, a varios kilómetros de distancia. Ambos sin signos vitales y sin indicios visibles de violencia.
Hipotermia y vulnerabilidad infantil en zonas rurales
El fiscal Miguel Ventura confirmó que la causa probable de muerte es hipotermia, aunque el Ministerio Público aguarda los resultados de la autopsia legal para esclarecer totalmente el caso. La investigación, que inicialmente fue abierta bajo la figura de trata de personas, podría cambiar de tipificación en las próximas horas.
La familia expresó su oposición a la autopsia, señalando que los cuerpos no presentan lesiones externas, pero las autoridades insisten en seguir el protocolo legal para cerrar el caso con claridad.
Esta tragedia ha generado conmoción en Oruro y reabierto el debate sobre la situación de vulnerabilidad de la niñez en comunidades rurales, donde la precariedad de servicios básicos, la lejanía entre comunidades y la informalidad en el cuidado infantil exponen a los más pequeños a riesgos extremos.