La maestra de danza española y directora de ballet, Carmen Pinto, falleció ayer, martes 22 de enero, a las 13.30, luego de haber dedicado su vida a la enseñanza artística.
Creó el Ballet Español Pinto, que es hoy una institución tradicional y de amplia trayectoria artística en la enseñanza de la danza de la cultura ibérica. Impartía la enseñanza de diferentes bailes regionales del estilo folklórico español, como bailes de zarzuela, la clásica escuela bolera, bailes de teatro, bailes de salón y el flamenco, tanto en su estilo clásico como el neo flamenco; también instruía en el toque de castañuelas, los zapateos, el manejo de brazos y la expresión corporal propia del baile español.
“Deja un profundo dolor en sus alumnos, que la veían como la cabeza de su familia de baile. Encontraron en ella no solo a una maestra, sino a una amiga que les impartió el amor y pasión por el baile español y también les daba lecciones de vida para poder ser cada día mejores personas”, comentó Patricia Cordero, coordinadora del ballet Pinto.
Hoy, miércoles 23 de enero, sus restos son velados en el Salón Celestial, de la funeraria Inmaculada, donde habrá una celebración eucarística a las 20.30. El jueves 24 de enero, a las 8.30, el velorio será llevado al Salón de Honor del Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, donde se hará la misa de cuerpo presente a las 11.00 y luego el cortejo fúnebre partirá al Cementerio General.
“Sus alumnos quieren brindarle un homenaje por haber sido una incursionista de la verdadera danza española en Bolivia. Fue mentora de varias generaciones de bailarines. Por eso, invitamos a toda la comunidad artística, amigos y demás personas que tuvieron la dicha de conocerla al velorio”, agregó Cordero.
Carmen Pinto comenzó sus estudios con Chela Urquidi. Posteriormente, y para especializarse en danza española, realizó cursos en Argentina con el profesor asturiano Manolo del Campo, creador del Conjunto Pelayo. Con los hermanos Pericet, cuatro reconocidos bailarines especializados en la Escuela Bolera, aprende este estilo del baile español y también flamenco.
A lo largo de su carrera obtuvo distintos reconocimientos nacionales e internacionales. Así, en octubre de 1966, la Embajada de España en Bolivia destacó su colaboración en el Festival de Danzas Españolas con motivo de la Fiesta de la Hispanidad. El 14 julio de 1967, la Alcaldía Municipal de La Paz le confirió el título y condecoración “Procer Pedro Domingo Murillo” en el Grado de Honor al Mérito por su aporte a la cultura y la danza.
Impulsada por esos reconocimientos, juntamente con su esposo Jorge Antonio Pinto, decidió crear su academia para impartir la enseñanza de la danza ibérica, plan que se concretizó en julio de 1978. Ese mismo año, presentó su primer festival de baile en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, desde entonces ha estado presente en la programación del espacio escénico.
El 16 de abril de 1983, el Embajador de España en Bolivia, junto al Ministerio de Educación, le entregó condecoraciones conferidas por el Rey Juan Carlos I de España en mérito a los 18 años de enseñanza ininterrumpida de la danza española en Bolivia. Después, fue condecorada por instituciones como el Ministerio de Educación y la Agrupación Femenina de Amigos de la Ciudad de La Paz.
Junto al Ballet Pinto, participó en espectáculos como la Antología de la Zarzuela, trabajó junto a Sociedad Filarmónica de La Paz, la Sociedad Coral Boliviana y la Sociedad Sinfónica Nacional.
En 2010 recibió una nueva condecoración otorgada por el Gobierno Municipal de La Paz, en reconocimiento a su constante aporte a la cultura promoviendo la formación de varias generaciones de bailarines en el género español. El 31 de julio de 2013, su ballet fue distinguido por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz con la Tea de la Libertad, en Grado de Mérito en reconocimiento a los 45 años de aporte en beneficio de la cultura y las artes al impartir la enseñanza del auténtico folklore español.
“Durante más de 50 años de enseñanza, la maestra Carmencita Pinto logró que su Ballet Español Pinto se distinguiera de otros. Cada año presentaba una Gala de cierre de gestión académica, caracterizada por su estilo propio tanto en las coreografías como en el vestuario. Preparaba una gran variedad de danzas cuya enseñanza impartió, renovando su repertorio de manera constante para ofrecer siempre un espectáculo actualizado”, finalizó Cordero.
Facebook Comments