De los creadores de “Frozen” y “Big Hero 6” este 19 de noviembre llega la nueva película familiar que viene a derribar los mitos de las princesas de Disney. Mon Laferte y Beto Cuevas dan vida a los protagonistas y nos cuentan en sus palabras cómo la misma sociedad le da una sobre importancia a la estética.
¿Es tan importante la belleza exterior?
Vivimos en una sociedad donde se promueve mucho la estética. Los famosos, actores, modelos, casi siempre son retocados con Photoshop en las revistas, de cara a perfeccionar aún más su la imagen. Y sin darnos cuenta, de esta forma, nos hacen creer que lo más importante es tener un cuerpo perfecto. La belleza exterior se está convirtiendo en sinónimo de éxito.
¿Por qué las mujeres nos preocupan en exceso por nuestro aspecto físico? Estamos en una época donde el número de personas que recurren al quirófano en cada vez mayor.
¿Realmente es verdad que nos arreglamos para sentirnos bien nosotros mismos? ¿O lo hacemos para gustar a los demás consciente o inconscientemente?
Algunas veces, sin darnos cuenta, nos obsesionamos nuestro físico. Todo el bienestar gira en torno a si nos vemos presentables o no. Pasa el tiempo y no aceptamos que, con la edad, pueden salir esas primeras arruguitas, que el cuerpo ya no esté tan terso como en la juventud y continuamente nos frustramos, no importa cuán lejos hemos llegado con nuestras metas cada vez que nos miramos al espejo sentimos que nunca es suficiente, podría ser un poco más alta, un poco más acinturada, un poco más rubia.
Vivimos rodeados de estereotipos que nos dicen cómo debiésemos vernos y cómo debiésemos ser pero de dónde sacamos estos estereotipos, de donde viene nuestra ideología?
Ideología es un conjunto de ideas que caracterizan a una colectividad, pensamos «porque siempre ha sido así» es obvio que está bien pero en realidad a veces nuestra consciencia está domesticada siendo los cuentos infantiles una expresión cultural que ha tenido
la función de domesticar nuestra conciencia, dirigir nuestras conductas y orientar nuestra toma de decisiones.
¿Los cuentos de princesas ayudan a crear estereotipos en los niños?
Lo que no sabe un gran número de mamás y papás es que el exceso de princesas puede afectar el comportamiento de las niñas, e incluso el de los niños. Según un estudio reciente de la Universidad Brigham Young, la cultura Disney Princess puede influir a que los niños preescolares sean más susceptibles a estereotipos de la mujer potencialmente dañinos. Por ejemplo, en temas como la belleza, actitud y rol dentro de la sociedad.
Durante el estudio se realizó la tasa de interacción con las princesas en 198 niños y niñas, de 5 y 6 años. Los investigadores encontraron que el 96% de las niñas y el 87% de los niños las han visto en televisión. Además, que el 61% de las niñas juega con los juguetes de personajes al menos una vez a la semana, y que sólo el 4% de los niños varones hace lo mismo.
Por lo tanto, la investigación definida que, para ambos, una mayor interacción con las princesas, ya sea a través de juguetes, productos o películas, en el transcurso de un año estaría asociado a un comportamiento de acuerdo a estereotipos.
El estudio asegura que en las niñas el comportamiento de género puede llegar a ser problemático si estas comienzan a evitar importantes experiencias de aprendizaje que no se perciben como femeninas o creen que como mujeres sus oportunidades en la vida son diferentes.
Sabemos que las niñas que se adhieren fuertemente a los estereotipos de género femenino sienten que no pueden hacer algunas cosas. Las pequeñas no están tan seguras de que les pueda ir bien en matemáticas y ciencias. No les gusta ensuciarse, por lo que son menos propensas a tratar de experimentar con cosas nuevas.
Por otro lado, el estudio también muestra que las niñas que son muy admiradas de las princesas de Disney van creciendo con ese modelo de belleza que les presentan en las películas.
Las princesas algunos representan de los primeros ejemplos de la exposición al ideal de delgadez.
Estas historias de princesas, que parecen “inofensivas”, ver a las niñas en su autoestima. Explica que estas quieren vestir bien, ser delgadas, bonitas, linda cabellera y otros atributos físicos.
Siguen afectando a la adolescente y luego a la mujer, que soñamos con una boda de princesa, creando un idealismo mágico, fuera del contexto real.
La princesa es rubia, delgada, buena, canta bien, nos miramos al espejo y no tenemos nada de eso, nos empezamos a fijar desde chicas siempre un poco más en lo que no tenemos y casi nada en lo que tenemos.
La belleza exterior no lo es todo.
No vamos a mentir, en un primer encuentro es en lo primero en que nos fijamos la frase “todo entra por los ojos” es cierta pues es lo que nos llama la atención.
Pero, al final, lo que hace o no enamorarte de otro son una serie de aspectos de su personalidad: humor, valores, actitudes, trato personal, atención, imaginación y miles de intangibles que muchas personas no desarrollan en pro solamente de trabajar el físico.
La película Zapatos Rojos quiere venir a derribar los cuentos infantiles estereotipos enfocados en la imagen. En la película una chica cree descubrir lo que es la verdadera belleza cuando encuentra unos zapatos rojos, que, al ponérselos, le dan la apariencia de una princesa. Esta magia atraerá el interés de la bruja malvada, quién desea robarle esta belleza, pero también la atención de 7 particulares enanos que la llevarán a vivir grandes aventuras.
Mon Laferte y Beto Cuevas dan vida a los protagonistas de Zapatos Rojos y nos cuentan en sus palabras cómo una mujer inteligente e independiente que se transforma en una belleza clásica y cree que está mucho mejor ahora, incluso la gente la trata distinto por su imagen, demostrándonos cómo la misma sociedad le da una sobre importancia a la estética.
El mensaje de esencia de la película nos va a demostrar que en la vida todo es 100% actitud y que la verdadera magia es ser uno mismo y así dejar atrás esa dependencia de querer gustar a los demás continuamente de buscar halagos, de querer estar siempre guapos, de frustrarnos cuando nuestro aspecto no nos agrada o se nos vaya deteriorando con los años.
¿Cómo saber si dependemos de nuestra imagen?
Todos tenemos días en los que nos vemos más favorecidos físicamente que otros. Hasta los modelos y personas que catalogamos como guapas, sienten que a veces tienen mala cara. En esos días es cuando podemos ver si nuestra prioridad está en el físico o en nuestro bienestar interior.
El cuerpo no estará siempre a nuestro gusto, ya que no depende de nosotros. Cuando conectamos con nuestra esencia interior, comenzamos a llenar un vacío existencial. Ese llenado nos hace buscar la felicidad fuera de nosotros mismos, lo que se ve reflejado en una menor necesidad de aprobación externa.
En un lugar en el que nadie te ve, en el que nadie emite un juicio sobre tu aspecto… ¿Realmente te arreglarías tanto? Esta cuestión nos hace pensar hasta qué punto creemos que nos arreglamos para nosotros mismos, cuando en realidad lo estamos haciendo para agradar y sentirnos aceptados y aprobados por los demás.
Si no complementamos nuestra vida con un desarrollo personal y espiritual que nos ayude a envejecer felices lo más probable es que terminemos con más plástico que carne en nuestro cuerpo.
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