“Tenemos harta producción, sobre todo rosas, claveles, girasoles, todas las flores están baratas. Estos precios para nosotros es pérdida”, comentó una productora.
Volverá a subir para la festividad de Todos Santos, pero que no pueden guardar su producción hasta esa fecha, por lo que no tienen otra opción que rematar de su precio real.
La pandemia impidió también que lleguen algunos fertilizantes que se usan en el cultivo y que solo accedieron a la urea, lo que eleva su inversión.
En temporada alta, como el Día de la Madre, el paquete de 25 rosas se vende hasta en 80 bolivianos. Ahora rematan la misma cantidad a 10 bolivianos. “Es pérdida, pero qué vamos a hacer. Siempre es así, hay subidas y bajadas, tenemos que aguantar”, sostuvo la floricultora.
Los productores provenientes de Marquina se asientan en la Blanco Galindo, en las noches, y a los alrededores del coliseo Max Fernández, en la madrugada. Esperan que más personas puedan visitarlos para comprarles sus flores.
Fuente: Opinión
Facebook Comments