Piezas del compositor boliviano Cergio Prudencio, en base a conceptos de tiempo y sonoridad procedentes de la música aymara, serán interpretadas por el maestro Daniel Añez, pianista colombiano-canadiense, doctor en interpretación y especializado en música contemporánea latinoamericana.
La obra para piano del compositor boliviano Cergio Prudencio es interpretada por Daniel Áñez (Colombia-Canadá), quien grabó un disco titulado «Works for Piano». Las actividades y conciertos se desarrollarán del 22 al 25 de marzo de 2023 en La Paz y Cochabamba.
El pianista colombiano residente en Montreal (Canadá), Daniel Áñez, visitará La Paz y Cochabamba este marzo para ofrecer conciertos de la obra para piano del compositor boliviano Cergio Prudencio. Áñez grabó en Canadá seis piezas para piano del músico paceño, editadas en 2022 por el sello austriaco Kairos en el disco Work for Piano: Cergio Prudencio. El CD reúne la obra integral de Prudencio para este instrumento publicada en Umbrales (1994), Ámbitos (1998), Horizontes (2001), Lejanas lejanías (2004), Figuraciones (2006) y Taqpacha (2021).
Además, Áñez brindará charlas magistrales sobre técnica pianística y talleres sobre la obra de Prudencio en el Conservatorio Plurinacional de Música de La Paz y en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba.
Programa de actividades
La Paz
Miércoles 22 de marzo – 19:00
Salón Tiwanaku del Ministerio de Relaciones Exteriores (Calle Ingavi y Plaza Murillo).
Concierto de la obra pianística de Cergio Prudencio, interpretada por Daniel Áñez.
Jueves 23 de marzo – Hrs. 10:00 a 12:00
Conservatorio Plurinacional de Música (c. Reyes Ortiz Nº 27)
Taller de análisis de la composición pianística contemporánea de Cergio Prudencio, impartido por Daniel Áñez. Dirigida a estudiantes y músicxs. Ingreso libre.
Jueves 23 de marzo – Hrs. 15:00 a 17:00
Conservatorio Plurinacional de Música (c. Reyes Ortiz Nº 27)
Clase magistral de técnica pianística, impartida por Daniel Áñez. Dirigida a estudiantes y músicxs. Ingreso libre.
Sábado 25 de marzo – Hrs. 10:00 a 12:00
Conservatorio Plurinacional de Música (c. Reyes Ortiz Nº 27)
Taller de análisis de la composición pianística contemporánea de Cergio Prudencio, impartido por Daniel Áñez. Dirigida a estudiantes y músicxs. Ingreso libre.
Cochabamba
Viernes 24 de marzo – Hrs. 10:00 a 12:00
Universidad Mayor de San Simón
Taller de análisis de la composición pianística contemporánea de Cergio Prudencio, impartido por Daniel Áñez. Dirigida a estudiantes y músicxs. Ingreso libre.
Viernes 24 de marzo – Hrs. 19:00
Universidad Mayor de San Simón
Concierto de la obra pianística de Cergio Prudencio, interpretada por Daniel Áñez.
Sobre el disco Works for Piano: Cergio Prudencio (Kairos Music, Viena, 2022)
Por Daniel Áñez
Cergio Prudencio es uno de los compositores más importantes de América Latina. Desde la creación de la Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos (OEIN) en 1980 y de la primera obra compuesta por él para ella, La ciudad (1980), Prudencio dio un giro fundamental en la música contemporánea del subcontinente, ofreciendo una perspectiva descolonizante, creativa e inmensamente poética. Prudencio continúa viviendo y trabajando en La Paz donde, hasta marzo de 2016, estuvo a cargo de la dirección de la OEIN, después de un trabajo de 36 años.
Durante este tiempo la orquesta también fue semillero de varias generaciones de compositores e instrumentistas de alto nivel y conscientes de su entorno social y musical. Nacido en 1955 en La Paz, Cergio Prudencio estudió dirección y composición en la Universidad Católica Boliviana (1973-1978), formación que complementó con su asistencia a cinco de los Cursos Latinoamericanos de Música Contemporánea y con la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela. Aprendió a tocar la guitarra clásica, la flauta travesera, la percusión y el piano. Su trabajo como director-fundador de la OEIN lo ha llevado a tener una carrera internacional extendida a muchos países de América, Europa, Asia y Oceanía.
Pero detrás del gran proyecto de la OEIN, Cergio ha escrito en total intimidad, seis obras para piano. En ellas ha explorado un lenguaje personal, apoyado de procedimientos y formas explorados en las obras de gran formato. Varias de las piezas se ven nutridas de otro trabajo importante de Cergio: la escritura de música para el cine. Preguntándole a Cergio sobre el rol que en su vida ha tenido el piano, en una entrevista hecha en su casa el 28 de agosto de 2014, Prudencio nos cuenta un poco sobre su formación musical: “El piano fue mi talón de Aquiles en la universidad. Yo llegué a la universidad con formación guitarrística y flautística, y secundariamente de percusión; pero de piano, casi nada. Pero la universidad me lo exigía. Entonces lo sufrí mucho porque mi piano estaba muy por debajo de lo que la universidad me demandaba, y la propia práctica musical: la reducción de partituras.
¡Tremendo estrés! Entonces el piano fue mi debilidad en la universidad. Y traté de remontar eso haciendo muchas clases particulares para ponerme en un mejor nivel técnico, yo por mí mismo, estudiando obras. Después dije, ‘yo no soy un pianista, no quiero ser, no voy a ser nunca. Me gusta el piano y voy a tocar las obras que me gusten del piano.’ Y empecé haciendo eso, tocando unas sonatas de Beethoven que me parecían maravillosas, el opus 110, por ejemplo. Desde luego no toda, sino el primer movimiento, y cosas así. Después, muy clavado en Juan Sebastián Bach, que me parece un estructurador enorme.” En las obras para piano predomina una búsqueda de la melodía: expresiva, sincera, y completamente desencadenada. Acerca de este tema, Cergio nos dice: “La generación de mis maestros fue una generación a-melódica. Deliberada y políticamente, asumieron ese rol. Lo cual ha generado una estética y un repertorio muy valiosos en nuestra historia. Pero cuando a mí me tocó decir cosas musicalmente, sentí que me iba a traicionar muy profundamente si no era consecuente con la melodía. Y que el asumirla no entrañaba por sí misma una regresión sino una nueva alternativa. No me concibo a mí mismo sin el sentido melódico de la vida.”
Muchas de estas melodías vienen construidas en voces paralelas, moviéndose a intervalos diferentes, pero siempre estrictos. La idea de paralelismo de las voces está fuertemente ligada a la experiencia de la música boliviana y al trabajo frente a la OEIN, donde las tropas de tarkas o de sikus, que están constituidas por 3 o 4 instrumentos iguales, pero de diferente registración, interpretan una misma línea musical, creando así un movimiento paralelo de los materiales. Adicionalmente de este hecho de adaptación al piano del efecto de tropa, Cergio encuentra en el movimiento paralelo una imagen filosófica: “Hay que asomar al ayllu como construcción política donde el individuo y la colectividad se explican mutuamente bajo premisas de pertenencia, reconocimiento y participación. O donde las funciones del poder se administran rotativamente como una obligación de servicio social ineludible.” La mayoría de los materiales musicales de las piezas para piano son estáticos, pues aparecen idénticos cada vez, y cada nueva intervención es una reiteración del mismo bloque sonoro. Estos bloques sonoros pueden ser tan cortos como el ataque de una nota o de un acorde, o a veces un corto motivo. Además, aparecen siempre en el mismo registro y bajo una misma dinámica. Las diferentes secciones de las piezas jugarán entonces con la alternancia de estos bloques, y la aparición paulatina de ellos, creando acumulaciones armónicas y texturales. Una vez superpuestos todos los materiales de una misma sección, y gracias al uso generoso del pedal, el piano adquiere una dimensión espacial. Como cada elemento musical tiene su propia dinámica y registro fijos, nuestro oído los oye como estando a una cierta distancia nuestra. Los eventos lejanos y fuertes hacen aparecer las amplias resonancias del piano y de la sala de conciertos, y los eventos cercanos y suaves nos susurran en el oído.
Lejanas lejanías, Figuraciones y Taqpacha están compuestas por diferentes movimientos o piezas claramente definidas de formas binarias y ternarias, y los materiales musicales no se filtran entre piezas. Sin embargo, en Umbrales, Ámbitos y Horizontes hay elementos musicales que transitan varias secciones de las obras. En Umbrales, varios elementos son recurrentes en diferentes secciones, obteniendo un carácter diferente por sus variaciones en dinámica, registro, y los otros elementos que lo acompañan. En Ámbitos, cada nueva sección de la obra está construida sobre un elemento que ya aparecía en la sección anterior, pero cuyo rol era relegado a un plano secundario. En Horizontes, varias secciones comienzan con el mismo material, que se desarrollará de una manera diferente y que desembocará en una nueva sección.
Sobre estos procedimientos de organización y estructuración, Cergio hace un paralelo con músicas de Bolivia: “Los Aymaras y los Quechuas estructuran su música en base a secciones. Pueden ser dos o tres, que forman un orden, que se toca repetitivamente. Ese es un primer principio. Por un tiempo abierto: se sabe cuándo empieza la música, pero no se sabe cuándo acaba. Acaba en función de las circunstancias: si se necesita más tiempo de música, sigue; si no, se interrumpe. Ese el primer orden: es una estructura que se repite circularmente por un tiempo abierto, un número de veces abierto y que forma una atmósfera envolvente que genera una sensación temporal muy abstracta, muy ambivalente, respecto al tiempo cronológico. El segundo factor es cómo están construidos los elementos musicales dentro de cada sección. Ahí hay lo que podríamos llamar recurrencias: elementos que aparecen en la primera sección A, aparecen uno, dos, tres, no sé, cuatro veces, digamos. Y esa sección se repite, y luego ese elemento aparece en la estructura B también, pero en diferentes posiciones. Y como esa estructura se repite, en realidad ya tenemos, linealmente, una reaparición de ese elemento varias veces”. Por su manera de manejar el piano como un territorio y de tratar la temporalidad de los materiales de manera circular, las seis obras para piano de Cergio Prudencio nos sumen en un paisaje intemporal. Suspendidos en el tiempo, estas obras nos hacen evocar nuestra visita a La Paz en 2014, ciudad colgada en las alturas de los Andes, escasa de oxígeno y abundante en perspectivas. La lentitud que demanda la adaptación a sus 3,600 metros de altura nos hace vivir los días en parsimonia, a riesgo de sentir un vértigo instantáneo. Gracias a las resonancias creadas por el cañón donde se sitúa la ciudad, los sonidos de campanas y juegos pirotécnicos rebotan en todas las direcciones, desdibujando la posibilidad de localizarlos. En estas obras para piano, Prudencio nos regala un pedazo de su espacio interior y lo confunde con la magia del lugar en que habita.
Biografía de Cergio Prudencio

La Paz, 1955. Es compositor, director de orquesta, investigador, docente, gestor cultural, de amplia trayectoria nacional e internacional. Fue fundador y director titular de la Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos (OEIN) de 1980 a 2016. Fue becario de la Fundación Guggenheim, presidente de la Fundación Cultural del BCB, y viceministro de interculturalidad. Escribe poesía desde 2015. Publicó Temporalia 7 (2018) e Imágenes desimaginadas (2021), ambas en Editorial 3600.
Biografía de Daniel Áñez
El pianista colombiano Daniel Añez obtuvo sus diplomas de maestría y doctorado en interpretación de piano en la Universidad de Montreal (Canadá), donde estudió con Paul Stewart y Lorraine Vaillancourt. Su proyecto de investigación giró alrededor de la música para piano de compositores latinoamericanos nacidos en la década de los cuarenta.
Gran entusiasta de la difusión de música contemporánea latinoamericana, Daniel Añez pertenece a los ensambles de música contemporánea Ensamble Wapiti, Paramirabo en Montreal, y al Ensamble CG, en Bogotá. Es co-director de la serie de conciertos No Hay Banda, y hace parte del consejo de redacción de la Revista Circuit.
Áñez también obtiene un diploma del Conservatorio de Música de Montreal en Ondas Martenot, como estudiante de Estelle Lemire. En agosto de 2010 estuvo de gira en Uruguay y Argentina junto a la compositora Graciela Paraskevaídis, dando conciertos para celebrar el aniversario número setenta de la compositora.
Antes de comenzar sus estudios de posgrado en Canadá, Daniel recibió un grado con honores como músico pianista de la Universidad de los Andes, donde estudió con Ignacio Pacheco y Antonio Carbonell. Obtuvo el primer puesto en el III Concurso Internacional de Piano María Clara Cullell en San José de Costa Rica (2004) y ganó una mención de honor en el X Concurso de Piano de la Universidad Industrial de Santander (UIS) en Bucaramanga (2005).
Daniel ha ofrecido recitales como solista y música de cámara en varias ciudades de Argentina, Bélgica, Bolivia, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Francia, Inglaterra, México y Uruguay y sus interpretaciones han sido publicadas en discos compactos independientes, del Ministerio de Cultura de Colombia y de Tacuabé/Ayuí de Uruguay, y Kairos Music, Viena.
En el marco del Mes de la Francofonía en Bolivia, organizan esta actividad: Embajada de Canadá en Bolivia, Embajada de Colombia en Bolivia junto con el Conservatorio Plurinacional de Música y la Universidad Mayor de San Simón (Cochabamba).
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