Erick Terán Mendoza, comandante de la Policía regional nortepotosina, nacido en Cochabamba, de 42 años y con 5 meses de trabajo en Llallagua. Una parte de los gremiales-comerciantes y transportistas rechazan lo que llaman abuso, prepotencia y malos tratos, sin embargo, muchas amas de casa y representantes de otras organizaciones respaldan su trabajo.
En su informe entregado hace una semana señaló que liberó la parte central de la Plaza de Armas de estacionamientos y paradas de movilidades, lo mismo que la plaza 6 de agosto. Tuvo fricciones y enfrentamientos verbales con chóferes.
Empezaba a liberar las angostas aceras para el paso de los peatones logrando en varias calles que los comerciantes internen su mercadería a sus tiendas y no las expongan en la acera. Ese hecho provocó jaloneos, fuertes discusiones verbales y amenazas de movilización de los afectados.
Exigió que bares, cantinas y chicherías cumplan el horario de atención máximo hasta las 11 de la noche, asimismo el funcionamiento de 8 módulos policiales y la desaparición de una feria de autos indocumentados cerca de la Playa del Chofer de Uncía.
Sabino Gareca, representante de los gremiales pidió el cambio del comandante hace unas 2 semanas, Moisés Murillo, representante de los chóferes hizo el mismo pedido.
Ambos cuestionaron que el comandante no tenía nada que ver en reordenar el comercio y que era muy prepotente y hacia abuso de autoridad, maltratando a la gente. El comandante admitió en algunos casos levantar la voz y en otros justificó esa realidad indicando que había algunos comerciantes y chóferes abusivos que no hacían caso a su autoridad y a la Ley.
En Llallagua fracasaron desde hace 10 años los proyectos de reordenamiento vehicular y desde hace 5 años los planes o borradores de reordenamiento comercial.
Erick Terán, en su trabajo, tuvo fricciones con el alcalde Artemio Mamani, quien pidió que el comandante baje el tono de voz y deje de maltratar a comerciantes y gremiales. Esas fricciones, casi altercados las tuvo también con el diputado plurinominal Esteban López.
En respuesta el comandante dijo que pedían su cambio, no le acompañaban y los mayoristas y pequeños grupos de poder no lo querían para nada. Entre las clausuras logradas está una casa de “citas” que funcionaba en la zona número 7.
Un ampliado de organizaciones realizada el lunes pasado y convocado por los dirigentes cívicos determinó que comandante, alcalde, diputado y concejo municipal trabajen de manera coordinada por el bien de la población. El cívico Gregorio Serrano señaló que las organizaciones respaldan su trabajo, pero dijo que “debe bajar el tono de voz”.
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