Juan Carlos Enriquez Sanabria
Algunos llegaban a la meta llorando y resoplando su cansancio, otros no podían tenerse en pie y acabaron cayéndose de sus bicicletas, los más se tendieron en el asfalto pensando si el alma se les iba del cuerpo de puro agotamiento. 86 niños y niñas de 7 a 14 años llegaron desde Cochabamba, Sucre, Villazón, Huanuni, Poopó, Uncía y la delegación de Llallagua. Corrieron 4, 7, 15 y 25 kilómetros en dos jornadas de fin de semana en la competencia infantil intermunicipal de ciclismo Copa Bolivia.
John, campeón en categoría sub 11, explico que ayuda en casa trabajando en un taller, reunió dinero y se compró una bicicleta para correr. Al finalizar la carrera se dio cuenta que corrió tanto que dejó al segundo y al tercero a 800 metros de distancia.
La mamá de una niña de Cochabamba llegó a última hora y pidió que su hija corra, lo hizo solitaria, subida en una montañera, enfrentando al viento que por momentos se tornaba casi huracanado, recorrió 7 kilómetros y dijo basta.
Un niño de 13 iba último, nunca perdió las esperanzas de alcanzar a los primeros, pero un mal pedaleo y desequilibrio dieron su humanidad al asfalto, rodó y provocó gritos de desesperación entre la multitud. El médico, luego de encamillarle, atenderle en el interior de la ambulancia y revisarle minuciosamente dijo “raspaduras y rasmilladuras, no es nada grave”, nunca más volvió a la competencia y se fue soñando que ganó el primer lugar.
Un papá que coreaba la rapidez de su hijo en carretera gritaba “se ha escapado, se ha escapado, ahora va a ganar”, el niño dejó el grupo de ciclistas e hizo tal esfuerzo para pedalear su bicicleta que nunca pudieron alcanzarle en las últimas dos vueltas antes de llegar a la meta.
De la multitud salió Gustavo Olmos, de 18 años, campeón nacional en su categoría. Hace 4 años que pedalea y con asombro dijo, “aquí hay campeones”. Luego confesó que si estas competencias no se realizaban en Llallagua él no iba a gustar del ciclismo y no iba a ser campeón. Ahora sueña con ir a Colombia y al tour de Francia, la competencia de corredores de bicicletas más famosa del mundo.
Sandro Checa de Poopó, Oruro, se paró un ratito a conversar y soltó esta verdad “en cualquier deporte si no entrenas bien nunca se gana”. De una familia de ciclistas, empedernidos corredores de bicicletas como Yamil Checa o el entrenador Luis Checa, Sandro acompañó a los corredores de Poopó, es su entrenador.
Un chuquisaqueño preguntaba la altura de Llallagua, “3.800 metros sobre el nivel del mar” respondió un llallagueño y remató su respuesta “pero, aunque es alto, ganan igual”. Los corredores de Chuquisaca consiguieron el segundo lugar en la competencia con más medallas que Llallagua, primero en la competencia, pero con menos medallas de oro. En tercera ubicación quedó la delegación de Huanuni.
Llallagua consiguió el primer lugar con 9 medallas de oro, 5 de plata, 1 de bronce, 15 medallas; Chuquisaca en segunda ubicación con 6 medallas de oro, 8 de plata y 7 de bronce; Huanuni logró el tercer lugar con 3 de oro, 2 de plata, 0 de bronce; Poopo en cuarto lugar con 2 de oro, 6 de plata y 7 de bronce; Villazón, en quinto puesto, con 2 de oro, 2 de plata y 4 de bronce; Oruro, sexta posición en el medallero, con 1 de oro, 1 de plata 1 de bronce, Cochabamba y Uncía no consiguieron medallas.
El primer día de la competencia, sábado, corrieron contrarreloj, es decir a altas velocidades. El segundo día, domingo, las carreras de fondo que causaron gran expectativa entre el público presente.
Las delegaciones llegaron con niños y niñas que trasladaban sus bicicletas, muchas con costos superiores a los 2 y 3 mil dólares. Llegaron también los entrenadores y los padres de familia. Fueron acompañados por un grupo de policías y personal de salud.
El viento casi huracanado de ayer domingo impidió una competencia normal porque perjudicaba el avance de los corredores en la pista asfaltada o avenida cívica cuyo recorrido era de 1 kilómetro con 700 metros de extensión.
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