Pese a la sequía y los problemas climatológicos que soportó Bolivia, la provisión de alimentos no repercutió en el mercado interno, una de las razones al parecer está en que el país cada vez compra más alimentos de los países vecinos y los datos oficiales no registran lo que ingresa por la vía del contrabando.
Las autoridades del Gobierno informaron que el país soportó la peor sequía de su historia en 2016, “es la peor sequía, no hay punto de comparación con lo que estamos viviendo ahora, porque no solo afecta al Chaco, también al altiplano de Potosí, Oruro, La Paz, y en los valles”, declaró Oscar Cabrera, viceministro de Defensa Civil, en marzo de este año el Ministerio de Desarrollo Rural reportó que en este periodo agrícola, las hectáreas siniestradas por fenómenos climáticos se redujeron en un 70 por ciento.
Según el informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), entre los meses de enero y febrero las principales compras bolivianas en volumen fueron los suministros industriales, los combustibles y le sigue el rubro de los alimentos y bebidas. En este último caso, el valor de las compras subieron 29 por ciento durante este período en relación a similares meses del pasado año, pero en volumen el incremento es del 65 por ciento, es decir que Bolivia compró una mayor cantidad de alimentos a menor precio.
Las compras de alimentos entre enero y febrero de 2017 y 2016 subieron en 61 toneladas. Encontramos que en similar período de 2014 las compras de alimentos y bebidas fueron más de 144 toneladas por casi 119 millones de dólares, mientras en 2017 Bolivia compró más de 154 toneladas en similar período, pero por un valor menor en casi 108 millones de dólares.
Esto hace que la producción interna empiece a decaer, por ejemplo, en el caso del arroz, se conoció que en los últimos 10 años las compras al mes de febrero aumentaron en valor y en volumen 77 por ciento y 74 por ciento respectivamente comparado con similar período de 2016. Mientras las exportaciones en 2014 llegaron a cero al igual que en este año.
En el caso de la producción de castaña el caso es más delicado debido a que se aproxima un elevado desempleo como consecuencia del descenso de los volúmenes que bajó de 177.000 cajas a sólo 35.000 en Pando. El gerente de Acopio Tahuamanu S.A., Raúl Álvarez, una de las más importantes empresas beneficiadoras localizada en Pando, dijo que el desempleo podría llegar a 3.000 puestos de trabajo.
Notiboliviarural.com informa que la empresa sufrirá la paralización temporal de sus actividades y alrededor de 320 trabajadores –en la ciudad de Cobija– serán despedidos, a consecuencia de la baja producción de castaña en la región amazónica.
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