Santa Cruz, 30 de octubre (RC Noticias).- Con casi 10 años de trabajo, el colectivo ARTErias Urbanas presentó la semana pasada en Santa Cruz la segunda estación de su proyecto «El Contenedor», que en esta ocasión se detiene en el patrimonio, en la identidad y en la historia oral de los pueblos de la Chiquitina boliviana con una muestra en la terminar terrestre de buses BIMODAL.
El Contenedor nació el año 2017 con la primera estación realizada en el Parque Autonómico, nació con la idea de sacar el arte del centro de la ciudad de Santa Cruz para llevarlo a lugares en los cuales la gente no necesariamente espere una galería o una exposición.
Como su nombre lo indica, el proyecto busca contener –no solo como espacio físico sino también simbólico- a las diferentes líneas de acción que se articulan desde ARTErias Urbanas donde la formación, la reflexión y la toma del espacio público ponen al arte como principal motor para la transformación social.
«La Terminal Terrestre nos parece el lugar ideal para la segunda estación, como punto de partida hacia la Chiquitanía, además es un lugar con un gran número de visitantes, sean personas esperando la salida de su bus o de pasada, que se acercan y preguntan y así se enteran en una manera diferente», explica la curadora de la exhibición, Tonia Andresen.
Chiquitania Viva es una muestra interactiva sobre patrimonio inmaterial en formato de fotografías, videos y sonidos registrados en tres localidades de la Chiquitania boliviana.
El trabajo fue realizado por 10 jóvenes chiquitanos en los pueblos de Santa Ana, San Rafael y San Miguel, parte de la Escuela Taller de la Chiquitania (ETC) del Plan Misiones con la intensión de fortalecer su patrimonio inmaterial.
Uno de los primeros productos libres para la escucha del público es la Cartografía Sonora.
“Nuestra meta era que los chicos tengan herramientas básicas para poder comunicar y difundir sobre la cultura viva de su territorio, fueron cuatro días intensivos de talleres entre teoría y practica. También dos días de viajes por las locaciones con un grupo de 14 personas”, explica Oscar Soza, parte del colectivo ARTErias Urbanas.
Para Lisbeth Doffigny Vaca, una de las estudiantes, el laboratorio le sirvió para conocer a profundidad más sobre fotografia y sonido ya que le aportan a su trabajo actual, es de Roboré, cocinera y hace diferentes productos gastronómicos artesanales.
“El taller me sirvió para ofrecer mis productos de otra manera, difundiéndolos con estas plataformas en Redes Sociales o así, desde estas maneras, por eso me interesa también saber editar bien video”, apunta Lisbeth.
Junto a Doffigny son otros nueve jóvenes los seleccionados, Mariela Santander, Alex Moreno, Jorge Gutierréz, Ronald Boituré, Jorge Valenzuela, Danitza Nigoevic, Isabel Taceó, Avismael Quevedo, Angelica Churupá y Yilda Castro.
“Nunca participé en algo así, estoy satisfecha con el proyecto. Sería bonito ir con esto a otros pueblos, quién sabe, a otras ciudades, y hacer revivir el patrimonio. En mi pueblo hay harto por explotar, pero veo que a veces no hay mucha cultura o no la ven así a la cultura”, explica Lisbeth.
En esta estación, El Contenedor tiene el apoyo del Ministerio de Culturas regional Santa Cruz. Otras instituciones que se suman al proyecto son el Centro Simón I. Patiño con unas mediaciones culturales. Además del Plan Misiones y Solidar Suiza.
La empresa CIMAL sigue aportando con materiales para la construcción de la museografía. El Contenedor se encuentra en la fase de diseño para concretar estudios complementarios de carácter sociológico sobre la toma del espacio publico y lo urbano en Santa Cruz con algunas universidades de la región.
Para más información del proyecto (pinchar encima) –> Página Web Chiquitania Viva
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