La medida busca aliviar la emergencia energética que afecta al transporte, la producción y la economía nacional, tras semanas de filas en surtidores y restricciones en la distribución.
La norma, impulsada por la senadora opositora Centa Rek junto con el Comité pro Santa Cruz, tendrá una vigencia de tres meses desde su promulgación y permitirá que las estaciones de servicio compren directamente a importadores habilitados o realicen importaciones desde las fronteras y puertos internacionales.
“Se habilita el despacho directo desde puertos internacionales o cruces fronterizos hacia las estaciones de servicio autorizadas”, señala el artículo 5 del documento aprobado sin observaciones en sus estaciones grande y detalle.
Licencia rápida y menos trabas
El artículo 3 establece que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) deberá otorgar una Licencia Excepcional de Importación y Despacho Directo (LEIDD) en un plazo máximo de 48 horas hábiles, mediante ventanilla digital única.
La ley también elimina los requisitos discrecionales y no técnicos que imponía la Aduana Nacional a las empresas de transporte fluvial e internacional, con el fin de agilizar el ingreso de carburantes.
El proyecto de ley fue remitido a la Cámara de Diputados para su tratamiento final.
Varios senadores instaron a que el documento sea agendado con urgencia, ante la presión social y económica que genera la falta de combustibles en todo el país.
La crisis energética ha puesto en evidencia las debilidades del modelo de subsidios y la dependencia estatal de YPFB.
Con esta ley, el Senado abre la puerta a una participación privada temporal, algo que hace apenas unos meses parecía impensable dentro del discurso oficialista.
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