La historia boliviana está recuperando su voz. Ya no habla solo desde los escritorios de élites académicas, sino desde las raíces comunitarias, desde las voces que por siglos fueron silenciadas. Y una de esas voces, acaso una de las más potentes del siglo XX y XXI, fue la de Roberto Choque Canqui, el primer historiador indígena aymara del país, quien hoy vuelve a resonar gracias al libro que lleva su nombre.
Este viernes 18 de julio a las 18:30, el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF) presentará la biografía “Roberto Choque Canqui. Primer historiador aymara (1942–2020)”, escrita por Hebert Layme Pacosillo, también historiador aymara, como parte de la prestigiosa colección Biblioteca Biográfica de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
No se trata solo de un libro. Se trata de un acto de memoria, una restitución histórica, una celebración del pensamiento indígena que transformó la forma de hacer historia en Bolivia.
Nacido el 3 de enero de 1942 en la comunidad de Qhilla Qhilla, provincia Pacajes, Roberto Choque Canqui creció en un país marcado por el racismo estructural y el servilismo de las haciendas. Su infancia, atravesada por la rebelión indígena de 1947, sembró en él una conciencia que lo llevaría a investigar, archivar, enseñar y escribir la historia desde la voz de su pueblo.
Fue autor de más de 12 libros, 10 coautorías y más de 30 colaboraciones académicas. Pero su legado va más allá de los textos. Fundó archivos, formó generaciones en la UMSA, participó en movimientos indianistas como el Movimiento Universitario Julián Apaza (MUJA) y, en 2009, fue designado Viceministro de Descolonización, cargo desde el cual contribuyó a sentar las bases institucionales del Ministerio de Culturas en el marco del Estado Plurinacional.
Su método combinó archivo y oralidad. Su visión histórica desmontó el mito del mestizaje armónico y dio lugar a la memoria rebelde de los pueblos. “Roberto Choque es una huak’a, una piedra desde la que se funda la historiografía indígena boliviana”, afirma el historiador Carlos Mamani. Esta biografía recoge justamente esa afirmación, devolviéndonos la complejidad y grandeza de su pensamiento.
El autor, Hebert Layme Pacosillo, asume el reto no como espectador, sino como heredero de la lucha. Él también es parte de esa generación que recibió el legado de Choque Canqui y decidió continuar escribiendo desde adentro, desde las lenguas originarias, desde la comunidad.
El libro está estructurado en cinco capítulos que recorren:
- su vida temprana y el contexto en que creció;
- su formación académica y su experiencia en archivos;
- su producción historiográfica con obras claves como La masacre de Jesús de Machaqa;
- su activismo político y su rol en los movimientos indianistas;
- y finalmente, su legado, su biblioteca, su pensamiento y su impacto más allá de su fallecimiento en 2020.
El Museo Nacional de Etnografía y Folklore, ha tomado el desafío de consolidarse como un faro de pensamiento crítico, descolonizador y vivo. No es casual que este libro se publique en esta casa cultural, que en los últimos años ha dado lugar a investigaciones, exposiciones y acciones que visibilizan el pensamiento de los pueblos indígenas desde sus propias matrices.
El evento del 18 de julio no será solo una presentación: será un homenaje a Roberto Choque, una celebración de la historia contada desde una voz propia y un llamado a las nuevas generaciones a seguir escribiendo sin pedir permiso.
A cinco años de su fallecimiento, este libro no cierra una etapa: abre una nueva. La de lectores, investigadores, jóvenes, docentes, estudiantes y activistas que encontrarán en sus páginas una guía, un espejo y un desafío.
El pensamiento de Roberto Choque Canqui no pertenece solo a las aulas ni a las bibliotecas. Pertenece al corazón vivo de los pueblos que hoy reclaman su lugar en la historia.
Su biblioteca personal —con más de 4.000 libros, documentos, diapositivas, cartas y audios— permanece como legado tangible en el Archivo de La Paz. Y hoy, su palabra se transforma en libro, y el libro en memoria que camina.
La invitación está hecha. El viernes 18 de julio, a las 18:30, en el Auditorio del MUSEF, la historia se abrirá en páginas. Porque leer a Roberto Choque es reconocernos, es abrir grietas en el relato oficial, y es construir un país más justo desde la memoria de los pueblos.
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