La obra «Balazos de sol» de la artista boliviana Aldair Indra forma parte del «Proyecto Desiertos Intervenidos II», que se desarrolla en Pedro de Valdivia (Antofagasta, Chile).
En el marco de la segunda versión de «Desiertos Intervenidos», iniciativa enmarcada en el programa escuela sin escuela del Colectivo SE VENDE, cerca de 21 artistas profesionales y autodidactas de diversas partes de Chile y Latinoamérica realizan acciones site-specific y efímeras en localidades extremas de la región de antofagasta como María Elena, Taltal y Ollagüe.
La propuesta de la creadora paceña Aldair Indra se refiere a las casas abandonadas en las que no ha entrado luz hace más de 20 años. La intervención, que se realizó en la entrada del Teatro de Pedro de Valdivia, consiste en filtrar luz natural mediante una pantalla hecha con material encontrado, perforada en forma de un mapa estelar. Las perforaciones semejan más a balazos perdidos en la memoria histórica de esta región, que en esta ocasión iluminan el recinto abandonado.
Sobre «Desiertos intervenidos»
Especialistas chilenos de renombre internacional como Juan Castillo, Alejandra Prieto, y Catalina González son los monitores de la segunda versión de «Desiertos Intervenidos», ciclo de laboratorios de vinculación con el territorio, del Colectivo SE VENDE, mismos organizadores de SACO Festival de Arte Contemporáneo. Una iniciativa que es financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, ámbito regional.
Se trata de un proyecto que se materializa el 2016 y que “surge desde una observación basada en nuestra trayectoria en contexto del trabajo con el territorio, donde hemos encontrado la necesidad de los artistas locales de abordar el tema del desierto y del territorio, pero con falencia en el manejo de técnicas y lenguajes correspondientes con arte contemporáneo. Situación que hemos percibido en una gran cantidad de artistas, no sólo de Antofagasta, me atrevería a decir del Norte Grande, este gran lugar privado de instituciones para la profesionalización del arte”, aseguró Dagmara Wyskiel, directora del Colectivo.
De esta forma, artistas de trayectoria fueron invitados como monitores para acompañar a creadores en su vinculación con el desierto más árido del mundo, con el objetivo de ampliar sus conocimientos en artes visuales y trabajar con el paisaje local en tres módulos intensivos, dedicados a la investigación de tres localidades de la Región de Antofagasta: Taltal, Pedro de Valdivia, y Ollagüe, conducidos por Alejandra Prieto, Juan Castillo y Catalina González, respectivamente.
Los módulos finalizan con la ejecución de los proyectos interventivos de los participantes en las localidades pertinentes a cada proceso. Según relata la directora del Colectivo, a pesar de que esta iniciativa era dirigida a artistas e interesados de la zona, esta forma de hacer escuela ha despertado el interés de creadores de todo el país desde la versión pasada. Por ello, artistas provenientes del sur del país participaron en la primera versión del proyecto, y este año se suman desde comunas centrales e incluso de Bolivia y Perú.
El trabajo de Juan Castillo en Pedro de Valdivia
Juan Castillo arribó el 23 de septiembre a Antofagasta y permaneció en la región hasta el 2 de octubre. Trabajó con ocho artistas locales y nacionales que participaron del módulo 2 de este ciclo formativo: Constanza Thiers (Santiago), Jordán Plaza (María Elena), Aldair Indra Coronado (Bolivia), Fernanda López (Santiago), Camila Saavedra (Santiago), Carolina Agüero y Sonia Cuevas (Antofagasta) y Geraldine Ahumada (Santiago).
Castillo, reconocido artista visual antofagastino, radicado en Suecia y Altazor 2014, regresó al contexto en donde se construyen sus recuerdos de infancia: Pedro de Valdivia y María Elena, afirmando que“regresar al desierto siempre es importante y un agrado, pero en este caso se ha visto magnificado porque fuí invitado a dictar este laboratorio. Como yo fui criado en la salitrera siempre digo que me gustaría crear una sala de fuerza -así se llamaba el lugar donde se encontraba el circuito de la energía eléctrica- para que la gente entre a llenarse de energía y creo que en estos días eso se ha generado. Lo que permite ir con la hipótesis correcta y sin soluciones preconcebidas al contacto con el paisaje”.
La primera parte del proyecto
Desde el 13 al 20 de septiembre fue Alejandra Prieto, Magíster en Artes Visuales y reconocida internacionalmente por su trabajo en carbón, quien lideró el módulo 1 del ciclo en Taltal, cuyo centro fueron los restos arqueológicos de la que se dice fue la mina más antigua del continente americano. El módulo contó con la participación de Macarena Laborie (San Pedro de Atacama), Sonia Cuevas (Antofagasta), Tania Gutiérrez (Santiago), Daniela Compagnon (Santiago), Francisco Gabler (Valparaíso) y Jordán Plaza (María Elena), quienes centraron sus intervenciones en la Quebrada de San Ramón y Cifuncho.
Según comenta Macarena Laborie, artista escénica “la mina más antigua de América en la Quebrada de San Ramón llamó poderosamente mi atención ya que tengo una fuerte conexión con la tierra y me afecta la invasión del hombre y la explosión de la minería, sobre todo en el norte de nuestro país. El uso indiscriminado de recursos que han afectado silenciosamente a nuestra tierra, secando salares, como por ejemplo el Salar de Atacama”. Respecto de su experiencia en Desiertos Intervenidos, reflexiona: “en cierta manera me abrió una puerta para comunicar a través de mi cuerpo y convertirme en una cicatriz en la tierra y mediante un acto quizás algo psicomágico, poder sanar y empatizar con la madre herida“.
El cierre en Ollagüe con Catalina González
Finalizando el ciclo de laboratorios será la reconocida artista visual chilena, que se caracteriza por su trabajo digital, Catalina González quien estará a cargo del tercer módulo de Desiertos Intervenidos II entre el 26 de octubre y el 2 de noviembre junto a artistas como: Natalia Pilo (Perú), Benjamín Concha (Caldera), Claudia León (Colombia – Antofagasta), Lizzania Sanchez (Santiago), Rosa Valdivia (Concepción), Sonia Cuevas (Antofagasta) y David Corvalán (Calama). El trabajo con el último grupo que realizará intervenciones en la localidad de Ollagüe, busca centrarse en la situación fronteriza y la fuerte pertenencia étnica, teniendo en cuenta el inmenso paisaje de esta localidad.
El proyecto impulsado dentro del programa escuela sin escuela del Colectivo SE VENDE, deja un gran aprendizaje en los participantes. Como comenta Jordan Plaza, artista autodidacta oriundo de Maria Elena y estudiante de ingeniería: “parte importante del conocimiento y el estudio real del entorno se encuentra en la directa vinculación con este espacio y eso se realiza con ejercicios prácticos in situ, yendo al lugar y trascendiendo las investigaciones que muchas veces se hacen dentro de espacios cerrados.”
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