El mandatario electo adelantó además que Bukele asistirá a la ceremonia de transmisión de mando, prevista para el 8 de noviembre, en La Paz.
“Es una persona muy simpática, muy franca, muy directa. Asumo que vendrá una representación importante de El Salvador”, agregó.
“Me sorprendió por teléfono. Es una persona muy franca, muy directa. Le dije: ‘Ayúdame con las cárceles, que vamos a necesitar muchas acá’”, contó Paz en una entrevista con Bolivisión.
Un giro en la política exterior boliviana
La conversación entre ambos mandatarios marca un cambio notorio en la diplomacia boliviana, tras casi dos décadas de cercanía con los gobiernos del ALBA.
La semana pasada, Paz anunció que no invitará a Cuba, Venezuela ni Nicaragua a su investidura, decisión que derivó en la suspensión de Bolivia de la Alianza Bolivariana, bajo el argumento de una conducta “proimperialista y colonialista”.
Lejos de retroceder, Paz respondió que la medida “le tiene sin cuidado” y ratificó su intención de abrir relaciones con países democráticos y organismos internacionales, especialmente en materia de cooperación económica y seguridad.
La gestión que viene: cárceles y economía
La solicitud de ayuda a Bukele no es casual. Bolivia enfrenta una crisis penitenciaria estructural, con cárceles sobrepobladas, hacinamiento y altos índices de violencia.
El modelo salvadoreño —basado en un régimen de excepción que permitió la detención masiva de pandilleros— se ha convertido en referencia regional, aunque también ha generado críticas por violaciones a los derechos humanos.
Paz adelantó que buscará adaptar experiencias exitosas, pero “con respeto a las garantías constitucionales y al Estado de Derecho”.
En paralelo, el mandatario electo anunció un viaje a Estados Unidos para gestionar apoyo económico de organismos multilaterales, con el fin de reabastecer de combustible al país y fortalecer el flujo de divisas, en medio de la actual crisis económica.
Un nuevo rumbo tras la segunda vuelta
Rodrigo Paz ganó la segunda vuelta presidencial del 19 de octubre con un 54,96 % de los votos, frente al 45,04 % obtenido por el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga.
Su triunfo consolidó un proyecto político de centro que promete reformas institucionales y apertura internacional, tras 19 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS).
Contexto regional
El presidente salvadoreño Nayib Bukele es reconocido por su férreo control de la seguridad interna y por haber impuesto un régimen de excepción desde marzo de 2022 para combatir las maras.
El plan redujo los homicidios a mínimos históricos, pero también fue cuestionado por organismos internacionales por las miles de detenciones arbitrarias y denuncias de torturas.
Pese a las críticas, el modelo de Bukele ha inspirado a varios líderes latinoamericanos que enfrentan crisis de seguridad similares —y, ahora, también despierta el interés del futuro Gobierno boliviano.

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