El punto figura en el orden del día junto a la revisión del Decreto Presidencial N° 5460, sobre concesión de indulto, en una sesión que promete alto voltaje político.
La elección del Contralor ha estado estancada desde 2022, y ahora el oficialismo busca concretarla antes de la renovación del Legislativo, cuando ya no tendrá mayoría.
Oposición denuncia intento de impunidad
Desde la oposición, los cuestionamientos no se hicieron esperar.
El diputado Carlos Alarcón (Comunidad Ciudadana) denunció que la convocatoria fue “sorpresiva y con fines políticos”.
“El MAS busca garantizar impunidad por la corrupción al gobierno de Luis Arce y a todos los gobiernos del MAS. Quieren un Contralor a su medida”, afirmó.
Por su parte, Whalty Eguez (Creemos) anunció que su bancada no avalará la designación de una autoridad “a imagen y semejanza del partido azul”.
Ambos parlamentarios coincidieron en que el oficialismo intenta blindarse antes de perder el control de la Asamblea.
El proceso estancado
La designación del Contralor General permanece paralizada desde 2022 por falta de acuerdos.
Ese año, el presidente Luis Arce designó a Nora Herminia Mamani como Contralora interina mediante Decreto Supremo, tras la salida de Henry Ara, quien ocupó el cargo desde 2016.
El decreto estableció que Mamani ejercerá el cargo hasta que el Legislativo elija un titular con el voto de dos tercios.
Sesión clave
La sesión fue convocada para este jueves a las 14:00, bajo la conducción del vicepresidente Choquehuanca.
Desde la oposición anticipan resistencia parlamentaria, asegurando que esta elección “sería un atropello contra el pueblo boliviano” y que debería ser responsabilidad de la nueva Asamblea, que asumirá funciones en noviembre.
En el cierre de una gestión legislativa marcada por tensiones y bloqueos políticos, la elección del Contralor se convierte en un símbolo:
¿último acto de poder del MAS o primer conflicto de una nueva etapa institucional en Bolivia?
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