Cuando María Galindo candidateó para ser Defensora del Pueblo, la gente allegada a ella se entusiasmó. Hasta cancioncita le hicieron en las RRSS. Todos con la María decían. Pues, cuando llegó a la puerta de la Asamblea Legislativa para entregar sus papeles de inscripción, hizo la perfomance más anarquista de todos los tiempos en Bolivia, «renunciar al poder».
Ácrata es el otro sinónimo de «anarquista», y significa «sin poder» o «anti poder». Es la base del anarquismo. No hay medias tintas. Ni macro política, ni micro política.
Y la verdad que a la María la considero la única anarquista de Bolivia. Ojo, en los 20´s y 30´s con la FOF y la FOL eran miles. Hoy hay una sola, se llama María Galindo. Y desde 2015 es la única, desde que en marzo de ese año dejó de respirar Liber Forti.
Bien j0dido es ser anarquista. No es nomás poner un parche en tú mochila con esa A. Tienes que cumplir estas reglas, en una filosofía política que irónicamente es anti reglas. Pero son reglas morales del anarquismo:
Anti capitalista, o la mejoras o la atacas. Como cuando Lucio Urtubia hizo quebrar un banco en España. Lucio era albañil y anarko. Anti Dios, anti religión, nada, ni la Pachamama, mucho menos Jehová o las enseñanzas de Buda Gautama. Lo siento mucho. No creen en la vida después de la muerte. En eso son similares a los marxistas. Dicen, «la vida es única, por eso hay que luchar ahora».
Anti estado, ni trabajar en ella. Ni funcionario de quinta. Nada. Anti ONG´s, si lo siento mucho, Liber los criticaba. Es que James Petras es el culpable, «son empresarios de la pobreza» decía. La organización Mujeres Creando empezó como una ONG, hoy se transformaron en algo más que una ONG. Es más, me atrevería a decir que es el único proyecto de ONG del país que acabó en un proyecto consolidado. Generalmente no pasan de los libros y el intelectualismo de escritorio.
María es abiertamente lesbiana, hace lo que quiera con su cuerpo, es libre. Viene de una familia rica, sí, egresada del Alemán, ese colegio jailón que es el segundo más de la «jai» de la Zona Sur, luego del Calvert. Es rica como lo fue Marcelo Quiroga Santa Cruz. Pero, ¿qué la diferencia de ser la típica «izquierda caviar»?, pues esto, que los pacos te arrastren por los suelos mientras podías estar dando clases en una universidad. Lo mismo con Marcelo, metido en reuniones clandestinas ante la Dictadura. No María, fuiste más allá del confort de clase.
Por eso, si haces caso a las corrientes de las calles dejarás de ser anarquista. Te vi poner en tú muro, «no tengo partidos políticos ni plata». Mejor, ya que hiciste algo que lxs anarquistas hacen y demuestran que son mejor que cualquier experimento estatal, tu organismo denuncia y protege más que la Defensoría del Pueblo. Tu y otra compañeras que no pasan de 10, hicieron más que los 100, 200, 300 de personal de la Defensoría.
Y eso es de anarquistas. Como cuando los anarkos norteamericanos en el XIX crearon entidades postales más dinámicas que las del Estado. O cuando la capa de la Arianne Mnouchkine ante la falencia del estado francés en artes periféricas, decidió tomar fábricas de Paris abandonadas y fundar su mágica «Theatre du Soleil», el teatro fundado en los 70´s, y del que se inspiraron incluso en el nombre, en un afamado circo de Canadá y Estados Unidos.
Y si María, eres la única anarka. Si renuncias ante está segunda oportunidad clara de poder que tienes, seguirás siendo la ácrata que todavía defiendo pese a que me hago put3ar por familiares o por amigas feministas que me dicen «no hables de la María». Separó feminismo de anarquismo por si acaso.
No María, eres la única anarka del país.
Fuente de la imagen: Hablemos escritoras.
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