Durante su programa de televisión transmitido por medios estatales, Maduro apuntó directamente al mandatario electo boliviano:
“El que se mete con Venezuela, señor Rodrigo Paz, se seca, ya lo veremos”, advirtió con tono desafiante.
El líder venezolano acusó a Paz de ser “antibolivariano, antisucrista y proimperialista”, señalando que el nuevo presidente “cumple órdenes de la embajada gringa” y calificando la suspensión de Bolivia de la ALBA como una respuesta a una “agresión descarada e injustificada” contra Cuba, Nicaragua y Venezuela.
GIRO DIPLOMÁTICO DE BOLIVIA
Las declaraciones de Maduro llegan tras el cambio radical de la política exterior boliviana anunciado por Rodrigo Paz, quien confirmó que no invitará a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela a su toma de posesión el próximo 8 de noviembre.
El nuevo mandatario afirmó que Bolivia buscará alianzas con países democráticos y que su gobierno se regirá por “valores de libertad y respeto a los derechos humanos”.
Paz también dejó claro que su administración no reconoce al régimen venezolano como una democracia, marcando así el fin de casi dos décadas de alineamiento con el bloque bolivariano impulsado por el Movimiento al Socialismo (MAS).
LA RESPUESTA DE PAZ
Tras las declaraciones de Maduro, el presidente electo respondió de manera breve pero contundente:
“Bolivia estará siempre del lado de la democracia y la libertad. No vamos a retroceder”.
Fuentes del entorno presidencial confirmaron que la Cancillería boliviana evalúa emitir un comunicado oficial y revisar la relación bilateral con Venezuela, que ahora se encuentra en su punto más crítico desde 2006.
Lo único digno, señor @NicolasMaduro, es que nuestro pueblo viva en paz. Con trabajo, salud y educación.
Vamos a construir un mejor país para todos los bolivianos: sin odios, sin división y sin persecución.
Esa es la dignidad que vamos a recuperar, siempre del lado de la…— Rodrigo Paz Pereira (@Rodrigo_PazP) October 28, 2025
IMPLICACIONES REGIONALES
El enfrentamiento verbal entre Caracas y La Paz refleja el reacomodo político en Sudamérica tras la victoria de Rodrigo Paz.
Analistas advierten que la ruptura con el bloque del ALBA reconfigura las alianzas geopolíticas en la región y fortalece el eje democrático conformado por países como Chile, Uruguay y Ecuador, mientras debilita el bloque liderado por Maduro, Díaz-Canel y Ortega.
Con esta amenaza pública, Nicolás Maduro busca reafirmar su influencia regional frente al nuevo mapa político que emerge en Sudamérica, mientras Bolivia —bajo el liderazgo de Rodrigo Paz— consolida su giro hacia una diplomacia moderna, plural y democrática, alejada del discurso bolivariano que marcó las últimas dos décadas.

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