El reporte LATAM 2026, que revela señales de optimismo para la región. El análisis también destaca los recientes movimientos políticos como los cambios en Bolivia y Argentina y los procesos electorales que marcarán el rumbo económico hacia 2026. Esto refuerza la importancia de que las empresas mapeen actores, anticipen tendencias y actúen con estrategia.
A pesar de las tensiones y turbulencias en América Latina, muchos países de la región han demostrado capacidad de procesar los cambios dentro de la institucionalidad democrática. Por otra parte, la desaparición de bloques ideológicos rígidos ha abierto posibilidades para la colaboración público-privada, una mayor apertura al mundo y una diplomacia más pragmática con los polos geopolíticos globales. Estas son algunas conclusiones del reporte Latam 2026 que ha publicado Kreab esta semana.
“Desde que Kreab llegó a América Latina hace casi 15 años, tenemos claro que esta es una región de escenarios diversos. Cada país es un mundo”, explica Eugenio Martínez Bravo, Head of Kreab Latin America. “Pero también hemos asumido el reto de mirar a la región en su conjunto, como un espacio de realidades compartidas y tendencias que cruzan fronteras”.
Desde el punto de vista económico, hay señales importantes. La inversión de China en proyectos de infraestructura, el acuerdo comercial de Argentina con Estados Unidos, la política de nearshoring norteamericana en México y Centroamérica, así como el avance del acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, son indicios de que el 2026 puede ser un año de nuevas oportunidades.

En el ámbito político, varios países de la región acaban de atravesar ciclos electorales de gran impacto. El impulso que logró el gobierno argentino en las elecciones legislativas y el cambio de dirección que ha vivido Bolivia, son algunos ejemplos. Otros países se preparan para elecciones de similar importancia, incluyendo Chile -que tendrá su segunda vuelta presidencial en diciembre-, así como Brasil, Colombia y Perú, donde hay elecciones programadas para 2026.
Frente a los escenarios de transformación, el reporte pone de relieve la importancia de realizar nuevos mapeos de actores clave por parte de las empresas, monitorear de cerca los temas emergentes de la agenda, prestar mayor atención a la relación con el sector público y detectar oportunidades para contribuir al desarrollo de la región mediante relaciones de mutuo beneficio.
“Incluso en mercados donde los escenarios parecen menos optimistas para la inversión privada, hay oportunidades si se opera con estrategia y flexibilidad. Entender la complejidad específica de cada entorno y contar con los aliados correctos son factores que hacen la diferencia”, sostiene Eugenio Martínez Bravo.
El informe completo puede descargarse desde el siguiente enlace:

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